El informe final del Centro Carter sobre las elecciones presidenciales de Venezuela, celebradas el 28 de julio de 2024, ha sido contundente. La delegación observadora concluyó que, a pesar de representar una oportunidad de competencia justa, los comicios no cumplieron con estándares internacionales y no pueden ser considerados democráticos.
El documento presentado el 17 de febrero confirma lo que diversas organizaciones independientes habían señalado previamente. A pesar de la complejidad del ambiente electoral, se mantenía la esperanza de un proceso justo y un resultado reflejo de la voluntad del pueblo venezolano.
Sin embargo, el Centro Carter revela que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no publicó los elementos que declaraban a Nicolás Maduro como ganador, como los resultados electrónicos de las máquinas y las actas de los resultados emitidas por cada una.
Además, el informe destaca que las autoridades venezolanas no cumplieron con las condiciones necesarias para una elección democrática, como un marco legal neutral, un cuerpo rector imparcial, un registro electoral amplio, libertad para las campañas de los candidatos y en los medios de comunicación, entre otros aspectos.
Este informe se suma a otros que han cuestionado la legitimidad de las elecciones presidenciales en Venezuela. A pesar de las expectativas previas, el proceso electoral no cumplió con los estándares mínimos exigidos a nivel internacional.
El Centro Carter reconoce la participación masiva de los venezolanos en el proceso democrático, pero señala que la noche de las elecciones estuvo marcada por irregularidades y falta de transparencia, especialmente en relación con la proclamación de Nicolás Maduro como ganador.
Al finalizar su informe, el Centro Carter revela una tabla de resultados con datos recolectados por la oposición venezolana, que sugiere una victoria significativa para Edmundo González Urrutia sobre Nicolás Maduro. Estos hallazgos plantean interrogantes sobre la validez de los resultados oficiales.
En medio de un contexto político y social tenso, el informe del Centro Carter representa un llamado a la reflexión sobre la calidad de la democracia en Venezuela y la necesidad de garantizar elecciones transparentes y justas en el futuro.