El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió este domingo al evento deportivo más esperado del país, la carrera automovilística Daytona 500. Durante su visita, Trump elogió la competencia como un «tributo atemporal a la velocidad, la fuerza y el espíritu inquebrantable que hacen grande a esta nación».
Acompañado por su nieta Carolina, Trump recorrió la pista de 2,5 millas en Daytona, recibiendo una ovación del público. Durante el himno nacional, el presidente saludó a los pilotos y expresó su admiración por la tradición, la competencia y la innovación automotriz que representa la carrera.
En un comunicado, Trump destacó la importancia de la carrera de la Nascar Cup Series, resaltando la valentía de los pilotos y el compromiso de honrar a los miembros del servicio militar. Además, recordó su participación como gran mariscal en la edición anterior de la carrera.
La visita de Trump a Daytona 500 se da una semana después de su presencia en el Super Bowl, marcando así la primera vez que un presidente de Estados Unidos asiste a ambos eventos deportivos en una misma temporada. Este gesto refuerza el interés de Trump por el deporte y su conexión con la cultura estadounidense.
En resumen, la presencia de Trump en la Daytona 500 no solo resalta su interés por el deporte y la competencia, sino que también refleja su compromiso con la tradición y el espíritu de la nación. Su participación en eventos deportivos emblemáticos como este demuestra su cercanía con el pueblo estadounidense y su interés en promover los valores que representan a la sociedad.