El Papa Francisco, de 88 años, permanece hospitalizado en el décimo piso del hospital Gemelli desde el 14 de febrero. Aunque la información sobre su estado de salud se filtra con cuentagotas, la Santa Sede ha confirmado que ha retomado algunas de sus actividades laborales. Según fuentes del Vaticano, el pontífice recibe a sus colaboradores más cercanos, firma documentos, lee y atiende asuntos por teléfono. A pesar de que su estado ha mejorado ligeramente, se desconoce la duración de esta hospitalización, la cuarta desde el año 2021. El Papa lleva una semana sin aparecer en público y no se ha comunicado nada sobre sus compromisos futuros.
El doctor Sergio Alfieri, del hospital Gemelli en Roma, ha afirmado que el Papa Francisco no está fuera de peligro y se aconseja mantenerlo hospitalizado durante al menos toda la próxima semana por precaución. Esta falta de claridad sobre la duración de su hospitalización ha provocado especulaciones sobre si el sumo pontífice podrá mantenerse en el cargo a largo plazo, especialmente teniendo en cuenta que el derecho canónico no contempla situaciones graves que afecten su lucidez. A pesar de haber dejado abierta la posibilidad de renunciar en el pasado, el Papa ha expresado su deseo de continuar al frente de la Iglesia mientras su salud lo permita.
La gravedad de la infección que afecta al Papa Francisco, junto con sus antecedentes médicos, ha generado incertidumbre sobre su capacidad para seguir liderando la Iglesia católica. A pesar de haber superado problemas de movilidad en el pasado, sus problemas respiratorios actuales plantean nuevos desafíos. La posibilidad de una renuncia del Papa ha sido discutida por varios cardenales, quienes han expresado confianza en la capacidad de Francisco para tomar la decisión correcta por el bien de la Iglesia.
Mientras tanto, en las redes sociales se ha desatado una corriente anti-Bergoglio, liderada principalmente por círculos conservadores estadounidenses, que buscan un cambio en el liderazgo de la Iglesia. Por otro lado, el Papa ha recibido muestras de apoyo y afecto de fieles de todo el mundo, quienes han expresado sus deseos de pronta recuperación a través de mensajes en redes sociales como Instagram, donde el pontífice cuenta con cerca de 10 millones de seguidores.
En medio de este ambiente de incertidumbre y especulación, el futuro del papado de Francisco permanece en el aire, mientras continúa su hospitalización en el hospital Gemelli de Roma.