Miles de venezolanos podrían ser deportados a partir de abril debido a la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), anunciada por el gobierno de Donald Trump el mes pasado. El programa les permite a los migrantes permanencia en Estados Unidos y trabajar durante el período de vigencia de la autorización.
La medida afecta a los 348.202 venezolanos que recibieron el estatus en 2023. Y no se aplica a las personas que lo recibieron en 2021, para quienes el TPS permanece vigente hasta el 10 de septiembre.
La decisión del gobierno estadounidense de eliminar el programa responde, según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, a que es contrario al interés de su país que los venezolanos permanezcan temporalmente en Estados Unidos, pues, dice, hay mejoras notables en Venezuela. Argumentó también el ingreso de extranjeros inadmisibles o ilegales sin posibilidad de obtener estatus migratorio.
Tonight, I’m announcing a nationwide and international multimillion-dollar ad campaign warning illegal aliens to leave our country NOW or face deportation with the inability to return to the US. This serves as a strong warning to criminal illegal aliens to not come to America. If… pic.twitter.com/VcVgJYfSKR
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) February 18, 2025
“Yo tengo TPS y soy parte de la corte 2023. Ahora somos la bolsa de basura. Somos todos del Tren de Aragua, de lo peorcito, hasta que pagas impuestos”, afirma Jairo Molina (no es su nombre real, por temor a represalias), que huyó de Venezuela debido a la persecución en su contra de un alto cargo del Ejecutivo que no quería que denunciara e hiciera públicas irregularidades en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde estudiaba.

Jairo Molina, venezolano que huyó a Estados Unidos debido a persecución del chavismo | Foto AFP
Molina estudiaba en la UCV y muy pronto se dio cuenta de que sucedían cosas fuera de la norma. Las personas sabían que sucedían, dice, y con el tiempo se fueron haciendo más evidentes, pero nadie decía nada, hasta que a mitad de carrera decidió formar parte del Consejo de Escuela.
En su cargo se dedicó al activismo estudiantil, a velar por el cumplimiento de la norma y a denunciar lo que estaba mal. En las redes sociales publicaba lo que sucedía en la universidad. Recibió amenazas, advertencias y persecución por parte del chavismo infiltrado en la casa de estudio, hasta que estas se volvieron más serias y recurrentes.
“Para nadie es un secreto que el chavismo, especialmente en tiempos anteriores porque tenían más fuerza, era un monstruo dentro de la universidad. No les importaba pegarle a nadie, matarlo a golpes o sacarle un arma. En la universidad, para ese momento, había dos equipos, y yo, junto con amigos, decidí crear un tercero. Siempre ha habido un aliado del chavismo, ese equipo estaba muriendo y el nuestro permanecía, era nuevo, estaba fresco. Para el chavismo esto no es algo tonto. Ellos me abordaron montones de veces, acosándome. Siempre me mantenían la vista puesta por publicaciones en facebook. Esas publicaciones molestaban constantemente a ciertos agentes del gobierno que estuvieron en la escuela”, sostiene.

El joven venezolano se dedicó al activismo estudiantil y a velar por el cumplimiento de la norma | Foto EFE
Jairo, a pesar de las amenazas, se mantuvo firme. Investigó la corrupción relacionada con materias que estudiantes veían a destiempo y la realización de trabajo comunitario antes de tiempo, situaciones que sucedían con el fin de que estos alumnos se sumaran al chavismo.
“Denuncié los abusos de la norma en cuanto a las materias y el servicio comunitario porque había corrupción y había gente que no había hecho el servicio comunitario y ciertamente los estaban pasando todos asociados al chavismo. Eso no gustó. No gustó que nunca les cedí espacios ni les di oportunidad de ingresar en el equipo que habíamos creado”, recuerda.
Su propósito siempre fue sostener la norma y la institucionalidad, estabilizar normativas, mover la escuela, el consejo, para que fuera un entorno más partícipe de la realidad, con un enfoque de rebeldía ética. “Es que si tú tienes una situación insostenible moralmente, pues tienes que revelarte ante ella”.
Abandonó la carrera cuando estaba a punto de terminarla y huyó del país después de que funcionarios policiales lo buscaran en su casa, patrullaran cerca del negocio de sus padres y de la zona donde vivía de forma sistemática.
“La presencia de la policía por la zona no era normal, incluso llegó alguien una vez preguntando por mí. Todo el plan de ellos era armar un carpetazo de información que nosotros teníamos. Siempre fui una persona ambiciosa en el sentido de que me gustaba hacer cosas que tuvieran impacto y relevancia. Esa era la información que teníamos a la mano y valía la pena darse el trancazo y salir hacia adelante, pero poner en riesgo la vida de mi mamá por mis acciones, aunque no eran ilegales ni irregulares, no lo valía. Protesté, marché, salí a la calle un montón de veces, nunca tiré una piedra, nunca vandalicé algo. Nunca en mi vida fui parte de un delito·.
Los verdugos de muchos venezolanos han llegado a EE UU
Jairo salió de Venezuela en 2022. Viajó de La Guaira hasta México en avión y continuó por tierra, atravesando el río Bravo. Entonces conoció a otros venezolanos. Allí constató que la mayoría entra de forma ilegal a Estados Unidos, entre otras cosas por lo tardío de las asignaciones de las citas para solicitar visa americana.
“Es falso que las personas que cruzaron en esos momentos eran delincuentes, aunque siempre se va alguien así. Pero te puedo decir, por experiencia, que he encontrado gente que en ese momento, cuando no renovaban las visas y las citas estaban lejísimo, porque había que esperar dos o tres años, que tenía familia aquí, que tenían años y estaban desesperados por ver a sus familiares y cruzaban el río. Por ejemplo, a mí me tocó compartir con una mamá y dos niñas, una señora que en su vida se había montado en el transporte público, pero lamentablemente tenía a su esposo acá y él tenía la visa suspendida. Ella, al no ver la forma de reunificación familiar, optó por cruzar así. Yo tengo compañeros de trabajo que eran clase media en Venezuela y se vinieron por la frontera en medio de su desesperación. Hay personas de todos los estratos. Yo me vine por ser un perseguido político”.
Sin embargo, en ese éxodo migratorio también se han infiltrado los verdugos de muchos venezolanos, situación que restringe a los inmigrantes libertad, estabilidad y paz. Es la situación de Jairo, que estando en Estados Unidos teme que su perseguidor lo encuentre, porque también está en territorio estadounidense.
“No sabes la arrechera que da saber que tu perseguidor está acá, no puedes ni siquiera denunciar porque mi familia sigue en Venezuela y uno no sabe si le harán algo. Yo sé que esto es difícil de creer, y más cuando mucha gente ha tergiversado historias o se han prestado para crear pruebas falsas, las compran. Esas personas no saben el daño que le están haciendo a quienes de verdad tienen un caso verídico, factible, y que no podemos decir nada por la situación en la que nos encontramos. Uno está aquí, pero estamos más traumados y estresados”.
¿Por qué Estados Unidos eliminó el TPS para venezolanos?
El Departamento de Seguridad Nacional sostiene que aunque algunas dificultades persisten en Venezuela, «hay mejoras notables en varias áreas, como la economía, la salud pública y la delincuencia, que permiten que los venezolanos regresen de manera segura a su país”, escenario contrario a los requisitos para que sea otorgado este programa, pues para darlo el gobierno estadounidense toma en cuenta conflictos armados en curso, desastres naturales, epidemias y otras condiciones extraordinarias y de carácter temporal.