La Corte Suprema de EE.UU. autorizó este lunes al Gobierno del presidente Donald Trump para que utilice la Ley de Enemigos Extranjeros y pueda deportar a migrantes venezolanos, siempre y cuando cuenten con una audiencia judicial antes de que los saquen del país.
Con 5 votos a favor y 4 en contra, el Supremo dijo que el Gobierno debe dar a los venezolanos a los que acusa de ser miembros del Tren de Aragua “un tiempo razonable” para acudir a los tribunales.
No obstante, la mayoría conservadora precisó que las impugnaciones judiciales se deben realizar en Texas, no en un tribunal de Washington.
En su disenso, los jueces liberales aseguraron que el gobierno ha buscado evitar la revisión judicial en este caso y que la corte “ahora recompensa al gobierno por su comportamiento”. La jueza Amy Coney Barrett se sumó a partes del disenso.
“En cuanto a toda la retórica de las disidencias”, escribió la corte, la orden del máximo tribunal confirma “que los detenidos sujetos a órdenes de deportación al amparo de la AEA tienen el derecho a ser notificados y a recibir la oportunidad de impugnar su deportación”.
La secretaria de Justicia, Pam Bondi. calificó el fallo del supremo como “una victoria histórica para el estado de derecho”, reseñó AP.
“Un juez activista en Washington, D.C., no tiene la jurisdicción para tomar el control de la autoridad del presidente Trump para llevar a cabo labores de política exterior y mantener a salvo al pueblo estadounidense”, escribió.
