En el municipio Díaz, específicamente en el sector Ciudad del Sol, la comunidad enfrenta una situación alarmante debido al deterioro del único puente que conecta ambos extremos de esta localidad.
Los vecinos han alzado su voz para exigir una intervención urgente, ya que la estructura presenta un avanzado estado de abandono que pone en riesgo la vida de quienes deben cruzarlo diariamente.
De acuerdo con los testimonios de los habitantes, el puente muestra huecos, grietas, desniveles y signos evidentes de corrosión.
Esto no solo dificulta el tránsito, sino que también representa un peligro inminente para las personas que dependen de esta vía para realizar actividades esenciales como acudir al trabajo, comprar alimentos o acceder al transporte público.
Impacto en los grupos más vulnerables
El deterioro del puente afecta de manera particular a los adultos mayores, quienes enfrentan grandes dificultades para desplazarse. Ante la imposibilidad de cruzar el puente de forma segura, muchos se ven obligados a permanecer en sus hogares, quedando sin acceso a productos básicos y servicios esenciales.
Por otro lado, la situación también pone en riesgo a los niños de la comunidad. Según denuncian los vecinos, muchos menores han comenzado a bordear el río cercano en busca de zonas donde puedan cruzar sin agua, exponiéndose a peligros adicionales en su intento por llegar a una bodega o cumplir con otras necesidades diarias.
Una problemática recurrente en zonas periféricas
La falta de mantenimiento del puente de Ciudad del Sol no es un caso aislado, sino un reflejo del abandono que sufren muchas infraestructuras clave en las zonas periféricas. Los habitantes señalan que la ausencia de atención por parte de las autoridades locales ha agravado la situación con el paso del tiempo.
La comunidad hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que se realicen las reparaciones necesarias y se garantice la seguridad de quienes dependen de esta vía. Mientras tanto, el puente continúa siendo un símbolo del descuido que enfrentan muchas regiones vulnerables, donde las necesidades básicas quedan relegadas a un segundo plano.
