Violentos disturbios racistas sacuden Irlanda del Norte tras presunta agresión sexual.

Violentos disturbios racistas sacuden Irlanda del Norte tras presunta agresión sexual. Irlanda del Norte enfrenta una nueva ola de violencia en las calles. La localidad de Ballymena, con 30.000 habitantes, sufre tres noches consecutivas de disturbios. Todo comenzó tras una presunta violación de una menor ocurrida el sábado por la noche.
Dos adolescentes de origen rumano fueron detenidos y negaron los cargos ante un juez. Sin embargo, la comunidad reaccionó con protestas que inicialmente fueron pacíficas. Más tarde, un grupo de jóvenes enmascarados lanzó piedras, fuegos artificiales y cócteles molotov contra la policía.
Los enfrentamientos se extendieron a otras localidades cercanas, como Newtownabbey, Larne y Carrickfergus. No solo la policía fue blanco de los ataques; también fueron atacadas casas y comercios de personas extranjeras.
Violentos disturbios racistas sacuden Irlanda del Norte tras presunta agresión sexual
En Ballymena, algunos hogares amanecieron con carteles racistas. En ellos se leía, por ejemplo, “Aquí vive un filipino” o “Hogar británico”. La violencia generó miedo entre residentes extranjeros. Mika Kolev, búlgara que vive en la localidad, afirmó que considera regresar a su país tras sufrir daños en su vivienda.
El subdirector del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), Ryan Henderson, calificó los disturbios como «matonismo racista» contra minorías étnicas y agentes policiales. Hasta ahora, 36 policías han resultado heridos y se han realizado varias detenciones.
El primer ministro británico, Keir Starmer, condenó la violencia. Aseguró que la policía debe tener tiempo para investigar la presunta agresión, en lugar de enfrentar ataques violentos.
Mientras tanto, las autoridades solicitaron refuerzos policiales, y Escocia ya anunció que enviará agentes. Además, se pidió a los padres vigilar a sus hijos, pues la mayoría de los disturbios han sido protagonizados por jóvenes.
A pesar de las tensiones, Irlanda del Norte sigue siendo la región menos diversa del Reino Unido. Solo el 3,4 % de su población es extranjera o pertenece a minorías étnicas, muy por debajo del promedio nacional.
Estos disturbios recuerdan episodios anteriores en la región, marcados por conflictos sociales y raciales. Ahora, el reto es restaurar la paz y frenar el racismo que amenaza la convivencia.