El país austral y Venezuela son los únicos que se mantienen con una tasa de inflación de tres dígitos
La inflación latinoamericana se encuentra inmersa en un ciclo decreciente, excepto en Argentina y Venezuela, viniendo de tasas máximas de doble dígito en algunos países hasta un dígito en la mayoría de las grandes economías de la región.
El proceso desinflacionario en la región es mayormente el resultado de condiciones monetarias restrictivas y de la moderación en los precios internacionales, a medida que las cadenas de suministro global han regresado a una mayor normalidad, explica la agencia de calificación de riesgo Moody’s.
Con excepción de Argentina y Venezuela, naciones donde la inflación ha alcanzado tasas de tres dígitos, dentro de las otras seis economías mas grandes la inflación alcanzó tasas máximas de doble digito en cuatro de ellas y se mantuvo en un dígito en las otras dos, recoge la agencia Bloomberg.
Dentro de estas seis economías el peak inflacionario mas alto se alcanzó en Chile con una tasa anual de 14,1 %, seguido por Colombia con 13,3 %, Brasil con 12,1 %, Uruguay con 10 %, Perú con 8,8 % y México con 8,7 %.
“Ciertamente, en 2022 algunos gobiernos tomaron medidas para mitigar el alza de costos enfrentado por las familias, ya fuera otorgando transferencias monetarias o bien regulando algunos precios clave, como el de los combustibles y alimentos básicos”, indica Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’ Analytics y autor del reporte.
Mas allá de dichas medidas transitorias, la actuación de los bancos centrales tuvo que ser rectificada sobre todo en aquellos que incurrieron en el error de percepción acerca de la naturaleza de la inflación. Con excepción del Banco Central de Brasil, el cual nunca compro el argumento de transitoriedad inflacionaria y por lo tanto actuó en consecuencia, el resto de los bancos centrales latinoamericanos fueron forzados por la realidad inflacionaria a acelerar el ciclo de alzas de tasas a medida que la inflación escalaba por encima de sus limites superiores.
Consecuentemente, las condiciones monetarias entraron en terreno restrictivo hacia mediados de 2022 en las economías más grandes y la restricción se ha mantenido desde entonces.
Con información de Bloomberg.