El Quid pro Quo de EEUU: Personas por Personas, Entidades por Entidades
Por Braulio Jatar
Las recientes decisiones tomadas en el ámbito de las relaciones internacionales han puesto de manifiesto un interesante juego de equilibrio diplomático. Venezuela se encuentra en medio de un proceso de cambio político, y Estados Unidos ha optado por un cese temporal de sanciones corporativas, lo que plantea la pregunta: ¿quid pro quo? ¿Personas por personas, entidades por entidades?
Estados Unidos ha optado por un cese temporal de sanciones impuestas a Venezuela, incluyendo aquellas que afectan al sector petrolero y del gas. Esta medida se produce como resultado de las negociaciones entre el gobierno y la oposición venezolana, las cuales han llevado a un acuerdo que permitirá la supervisión internacional de las próximas elecciones.
Estas “licencias generales” autorizan transacciones en los sectores petrolero y del gas, así como en el sector del oro en Venezuela, y vienen acompañadas de la eliminación de la prohibición del comercio secundario. Estas medidas buscan revitalizar la economía venezolana al facilitar el flujo de recursos.
Sin embargo, esta concesión no viene sin condiciones. Estoy convencido de que Estados Unidos solo levantará las sanciones personales a Maduro y su camarilla, cuando el régimen cumpla su parte del trato: la liberación de presos políticos y el levantamiento de las inhabilitaciones.
Este equilibrio de personas canjeadas por personas y licencias corporativas a cambio de libertades e independencia de las entidades publicas secuestradas es lo que está en marcha.
La reciente liberación de cinco presos políticos, ocurrida en las últimas horas de ayer y en la madrugada de este 19 de octubre por parte del régimen, refuerza nuestra teoría del “quid pro quo”. Este desarrollo sugiere que podría continuar con el levantamiento de sanciones a individuos vinculados al entorno de Maduro.
A medida que avanzan estas negociaciones, es posible que veamos la liberación de presos estadounidenses, al tiempo que la administración de Maduro podría considerar la liberación de otro grupo de detenidos. Este patrón parece confirmar la dinámica de “algo a cambio de algo”, que podría extenderse hasta figuras como Alex Saab, Cilia Flores e incluso el propio Maduro, con el objetivo de poner fin a las inhabilitaciones arbitrarias que también fueron diseñadas en este contexto.
El anuncio de Estados Unidos representa un hito importante en la búsqueda de la reinstauración de la institucionalización de Venezuela. También refleja el reconocimiento internacional de los avances en el ámbito electoral y la voluntad de diálogo entre las partes venezolanas.
Sin embargo, la pregunta que persiste es si estos acuerdos se traducirán en una colaboración efectiva de parte un gobierno que tiene nueve años fingiendo diálogos y negociaciones.
La historia nos enseña que los acuerdos políticos pueden ser frágiles, y el tiempo dirá si este quid pro quo dará resultados por primera vez. Mientras tanto, el mundo observa de cerca, esperando que esta ecuación resulte el rescate de una Venezuela próspera y democrática.