La Cámara Baja de Estados Unidos, de mayoría republicana, aprobó formalmente este miércoles la investigación de juicio político (‘impeachment’) lanzada por los conservadores contra el presidente Joe Biden.
Las pesquisas fueron iniciadas de manera unilateral en septiembre pasado por el entonces presidente de la Cámara, Kevin McCarthy. Los republicanos esperan que la aprobación por 221 votos a favor y 212 en contra les facilite el acceso a información, documentos y testimonios.
Durante el debate parlamentario, el presidente del Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes, James Comer, quien lidera la investigación, criticó que la Casa Blanca está bloqueando testimonios clave y calificó la investigación como “importante y necesaria”.
Los republicanos están investigando los supuestos negocios de la familia Biden con “adversarios” del país como China, aprovechando sus lazos políticos.
La oposición acusa al presidente demócrata de haber utilizado su influencia como vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama para ayudar a su hijo Hunter y otros familiares en negocios irregulares con estos “enemigos”.
Comer coordina las pesquisas con los representantes del Comité Judicial, Jim Jordan, y del Comité de Medios y Arbitrios, Jason Smith.
Según el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, los comités concluyeron que la familia Biden recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos extranjeros entre 2014 y 2019, provenientes de Ucrania, Rusia, Kazajistán, Rumania y China. Sus socios habrían recibido otros 9 millones.
Hunter Biden fue convocado para declarar a puerta cerrada, pero no compareció alegando que quiere que su testimonio sea público.
Comer planea denunciar a Hunter Biden por desacato y considera que su negativa a declarar refuerza la necesidad de que se formalice la investigación y de que el presidente y su familia “rindan cuentas por su corrupción”.
El congresista demócrata Jim McGovern lamentó en el debate que la investigación en curso sea una continuación de la “cruzada” de los republicanos para revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Según la Constitución de Estados Unidos, el presidente puede ser destituido de su cargo en un juicio político si ha cometido “delitos o faltas graves”. Sin embargo, la decisión de destituir al presidente recae en el Senado, donde los demócratas tienen actualmente el control.
Con información de efectococuyo.com