De Tom Yawkey para Alex Cora
Admirado Alex:
Con el comienzo de los entrenamientos en 2024, entiendo tus preocupaciones como manager, después de las temporadas negativas de 78-84 en 2022 y 2023.
Yo también las entiendo, ya que fui propietario del equipo durante 44 años, desde 1933 hasta mi muerte. Durante ese tiempo, el equipo estuvo bajo la sombra de La Maldición del Bambino (1918-2004).
Jugamos cuatro Series Mundiales y en todas salimos perdiendo en siete juegos: en 1946 contra los Cardenales, en 1967 también contra los Cardenales, en 1975 contra los Rojos, y en 1986 contra los Mets. A pesar de ello, debo confesar que fui muy feliz siendo propietario de la organización, ya que siempre he amado el béisbol.
Imagínate que en Boston y sus alrededores me querían mucho, tanto así que antes de cada juego, en el shortstop, recogía alrededor de 50 roletazos que me lanzaba un coach. Llegó un momento en el que muchas personas llegaban temprano solo para verme practicar.
No te sugiero que hagas lo mismo, ya que como manager tienes asuntos más importantes que atender y, además, en tus 14 años como infielder en las Grandes Ligas (1998-2011), jugando para seis equipos diferentes, seguro recogiste muchos roletazos.
No es mi intención aconsejarte, ya que tú sabes mucho más que yo sobre lo que haces. Después de todo, mi equipo nunca ganó una Serie Mundial y tú has sido parte de tres equipos ganadores de este Clásico en 2007, 2017 y 2018.
Pero sí espero convencerte de que disfrutes el juego al máximo, después de todo, tienes una hermosa familia y eres uno de los managers mejor pagados en la historia, con ocho millones de dólares por temporada.
¡Ey! Como dato curioso, como jugador lo más que ganaste en una temporada fueron dos millones de dólares. En tus 14 años como jugador de las Grandes Ligas, ganaste un total de 14 millones 975 mil dólares.
Lo cierto, querido Alex, es que amas el béisbol. No hay otra explicación para tu gesto de llevar el trofeo de la Serie Mundial a tu ciudad natal, Caguas, Puerto Rico, después de ganar el campeonato. Fue un gesto humano, monumental y muy digno de reconocimiento.
Estás haciendo lo correcto, según mi humilde opinión, al tratar de armar una rotación de lanzadores ganadores, completada con el mejor cerrador disponible. Ese es el corazón de un equipo ganador.
Adelante, mi querido Alex, esperemos que hagas otro viaje a Caguas llevando un nuevo trofeo.
Por cierto, me imagino que si uno gana una Serie Mundial, considerará ese premio muy bonito, por lo que no entiendo por qué lo llaman troFEO.
Sabes que estaré pendiente para aplaudirte desde este Más Acá, que ustedes llaman Más Allá. ¡Buena suerte!… Tom.