Los Tiburones de La Guaira obtuvieron su tercer triunfo en la final contra los Cardenales de Lara gracias a la destacada actuación de sus lanzadores, entre ellos Anthony Castro.
Después de una gran labor de seis entradas por parte del abridor Emilio Vargas, Anthony Castro entró al relevo en el séptimo inning. Aunque Castro comenzó con un boleto, logró ponchar a Querecuto, Vargas y Palacios.
“Mantuve la mente fuerte y decidí poner en práctica todo lo que hice en el Round Robin, sin prestarle atención a lo que estaba pasando en el estadio”, comentó el lanzador a IVC.
Castro llegó a los Tiburones en un cambio proveniente de los Leones del Caracas, equipo con el que fue nombrado cerrador del año la temporada pasada, aunque no pudo jugar en la final debido a una lesión.
Durante la ronda regular con los Tiburones, Castro no tuvo un desempeño efectivo, registrando una efectividad de 14.54 en siete apariciones. En el Round Robin tuvo poca participación, lanzando cuatro entradas en tres juegos, con una efectividad de 2.25.
Ahora, en su primera aparición en una final, Castro se estrenó de manera sobresaliente. “Estoy muy orgulloso de mí mismo, nunca me rendí. En noviembre, cuando estuve en el taxi squad, nunca bajé los brazos. Se siente muy bien estar aquí y poder ayudar al equipo que confió en mí”, indicó el lanzador derecho.
Castro estuvo fuera del roster durante casi un mes durante la temporada, tiempo en el que se enfocó en mejorar para ser considerado nuevamente. “Trabajé mucho con Edwin Hurtado y Elvis Araujo, y realmente se están viendo los resultados. También tuve muchas conversaciones con el psicólogo del equipo, las cuales me ayudaron en la parte mental”, concluyó el lanzador.