El caso de Harvey Weinstein ha vuelto a la palestra pública casi cuatro años después de su condena por violación y prisión. El máximo tribunal de Nueva York ha escuchado los argumentos en su intento por anular el histórico veredicto de la era #MeToo.
Los abogados de Weinstein han solicitado a la Corte de Apelaciones del estado en Albany que desestime la condena del magnate del cine, argumentando que el juez pisoteó su derecho a un juicio justo al sucumbir a la presión del movimiento de ajuste de cuentas que se ha dado en Estados Unidos contra la violencia sexual perpetrada por figuras poderosas.
El juez James Burke permitió testimonios de tres mujeres cuyas acusaciones no estaban relacionadas con el caso y dictaminó que los fiscales podían confrontar a Weinstein sobre conductas indebidas no relacionadas si hubiera testificado, lo que él decidió no hacer.
Arthur Aidala, abogado de Weinstein, argumentó que no debería haber un conjunto diferente de reglas para un individuo que es vilipendiado en la sociedad, refutando así la idea de que exista una “regla de Weinstein” que se aplique solo a aquellos que deciden odiarlo.
Weinstein, de 71 años, fue declarado culpable en 2020 de delitos sexuales y sentenciado a 23 años de prisión. Actualmente se encuentra encarcelado en el Centro Correccional Mohawk, a unos 161 kilómetros al noroeste de Albany.
A pesar de haber sido absuelto en algunos cargos, Weinstein fue condenado en Los Ángeles por violación y agresión sexual a una actriz italiana, recibiendo una sentencia adicional de 16 años de prisión.
Los abogados de Weinstein argumentaron en su apelación que el juez Burke influyó en el resultado del juicio con decisiones favorables a los fiscales que abrumaron el juicio con pruebas excesivas y dudosas de actos indebidos anteriores.
Es importante destacar que el juez Burke ya no ejerce como magistrado, ya que su mandato expiró a finales de 2022 y no fue reelegido.