El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, se ha manifestado preocupado por la detención de la activista y defensora de los derechos humanos Rocío San Miguel. En una conversación telefónica con su homólogo venezolano, Yván Gil, Albares expresó su inquietud por la situación de San Miguel y la suspensión de actividades de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas en Venezuela.
El Gobierno venezolano ha acusado a Rocío San Miguel de delitos como traición a la patria, conspiración, terrorismo y asociación. La fiscalía sostiene que la activista está presuntamente vinculada a una conspiración contra el presidente Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del país. A pesar de que su hija y otros familiares detenidos inicialmente fueron liberados, se les ha prohibido salir del país y hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Diversas organizaciones, como la Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional, han condenado la detención de Rocío San Miguel y han exigido al Gobierno de Venezuela que respete sus derechos.
El Gobierno venezolano anunció recientemente la suspensión de las actividades de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos en Caracas, lo que ha generado aún más preocupación a nivel internacional.