La realidad de las mujeres migrantes en Chile: Un análisis esencial Por Braulio Jatar. En el marco del Día Internacional de la Mujer, es imperativo expandir nuestra comprensión más allá de las fronteras y fechas señaladas, incluyendo a aquellas mujeres que, habiendo nacido fuera, tejen día a día la tela social de Chile.
Las mujeres migrantes traen consigo no solo desafíos sino también inmensas oportunidades de desarrollo para Chile, según palabras de Patricia Rojas, del Centro de Políticas Migratorias. La meta es clara: construir un país inclusivo que beneficie equitativamente a todos sus habitantes, sin distinción de origen.
En reporte publicado por Diario Financiero de Chile se establece que con una población que asciende a más de 886 mil, las mujeres migrantes representan no solo más de la mitad de los extranjeros en el país sino también una presencia significativa y creciente en nuestro mercado laboral.
La recién divulgada encuesta Casen 2022 nos ofrece datos reveladores que nos invitan a reflexionar sobre cinco claves fundamentales:
- Presencia en el mercado laboral: Las mujeres migrantes no solo tienen una mayor ocupación laboral (65.7%) comparada con las no migrantes (44.9%) sino que también están elevando sus ingresos año tras año, un fenómeno alentador que sugiere una integración progresiva y positiva.
- Contribución a la economía: Sus roles se extienden por sectores cruciales como el comercio, la hostelería y los servicios, demostrando su vitalidad y adaptabilidad. Pese a esto, enfrentan una desocupación del 9,7%, una cifra que demanda nuestra atención y acción.
- Desigualdad salarial: Un análisis del Centro de Políticas Migratorias destapa la brecha salarial entre géneros, siendo más pronunciada entre las mujeres migrantes. Este dato es un llamado a revisar nuestras estructuras y buscar la equidad.
- Desafíos de integración: La desafiante realidad de la integración no se refleja únicamente en cifras económicas sino también en la necesidad de un sistema de salud inclusivo y una política que no solo acoja, sino que abrace la diversidad, promoviendo una participación plena y justa.
- Educación como base de crecimiento: Aquí resalta un contraste particularmente interesante: mientras que las mujeres no migrantes superan a las migrantes en los niveles de educación básica completada (8.1% frente a 3.7%), las migrantes llevan la delantera en educación media completa (28.1% frente a 23.8% de las no migrantes) y de manera aún más notable en educación superior (30.9% frente a 20.1% de las no migrantes). Esto indica un alto nivel de formación que puede ser un motor de crecimiento personal y desarrollo para el país.
Mientras las cifras pueden ser frías y distantes, las historias detrás de ellas son ricas y profundas. Estas mujeres no son solo números en un informe; son madres, trabajadoras, estudiantes y, sobre todo, son el potencial no explotado que puede contribuir grandemente a nuestro país. En el horizonte se perfila un Chile más diverso y enriquecido, siempre y cuando estemos dispuestos a acoger y valorar las riquezas que la inmigración femenina trae consigo.
Frente a nosotros se presenta la oportunidad de redefinir la inclusión y la igualdad, no como un ideal lejano, sino como una práctica diaria. No perdamos de vista que cada paso hacia la inclusión es un paso hacia un Chile más fuerte y unido.
La realidad de las mujeres migrantes en Chile: Un análisis esencial Por Braulio Jatar
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