La guerra más prolongada de Israel contra Hamás en Gaza
Se cumple un año desde que cientos de milicianos de Hamás invadieran Israel, asesinando a cerca de 1,200 personas y tomando 250 rehenes. La respuesta militar israelí ha devastado la Franja, dejando más de 41,000 muertos. El conflicto se ha extendido a Líbano, avivando antiguas hostilidades y provocando un nuevo frente. El 90% de la población de Gaza está desplazada, viviendo en condiciones infrahumanas debido al bloqueo israelí de la entrada de ayuda humanitaria. Cerca de 100 rehenes siguen en manos de Hamás, con la posibilidad de que un tercio haya fallecido.
¿Por qué se prolonga esta guerra?
Varios factores contribuyen a la prolongación del conflicto. El ataque inicial de Hamás fue brutal, desencadenando una respuesta militar israelí. Sin embargo, el objetivo de destruir a Hamás se considera “irrealizable” por su arraigo en Gaza. La existencia de una extensa red de túneles ha dificultado los esfuerzos israelíes. La política interna de Israel, con una coalición de derechas, también ha influido en la gestión del conflicto.
La debilidad de la Autoridad Nacional Palestina
La ANP se enfrenta a una crisis de credibilidad y financiera, lo que plantea dudas sobre su capacidad para hacerse cargo de Gaza tras el conflicto. La división entre Hamás y Fatah ha debilitado aún más la situación interna palestina, mientras que Israel ha alimentado esta división para evitar la creación de un Estado Palestino.
El papel de los vecinos árabes y de EE.UU.
Los países árabes han adoptado posturas variadas durante el conflicto, pero su influencia para poner fin a la guerra es limitada. EE.UU., tradicional mediador en conflictos de Medio Oriente, ha mantenido una posición más pasiva bajo la administración de Biden, lo que ha empoderado a Netanyahu para prolongar el conflicto.
Con información de efectococuyo.com