Los opositores venezolanos que forman parte de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) reafirmaron su compromiso de seguir luchando por la democracia y la libertad en el país, al conmemorarse un año de las primarias presidenciales en las que resultó ganadora la exdiputada María Corina Machado.
“La lucha no ha terminado. Alcanzar la democracia y la libertad no son tareas sencillas, pero no nos vamos a rendir”, expresó la excandidata de las primarias Delsa Solórzano en una declaración pública.
En este sentido, destacó que el 22 de octubre del año pasado iniciaron un nuevo camino y una batalla no menos difícil para lograr tener un candidato en la tarjeta de la unidad, tras la inhabilitación de María Corina.
“Ese obstáculo también lo superamos y el 28 de julio, con más ánimo, alegría y ganas de cambio, votamos por Edmundo González Urrutia”, agregó.
Pérez Vivas reitera su apoyo a Machado
Por su parte, el exgobernador César Pérez Vivas renovó su confianza en Machado y ratificó su compromiso con la democratización de Venezuela.
“Hace un año, superando el saboteo de la dictadura, logramos movilizar a la ciudadanía y celebrar las elecciones primarias”, señaló Pérez Vivas.
Asimismo, el exdiputado Juan Pablo Guanipa resaltó que las primarias de la oposición se organizaron sin recursos, bajo amenazas y sin el Consejo Nacional Electoral, pero con valentía.
Guanipa subrayó que el chavismo ha desplegado su maquinaria opresora y encarcelado a miles de compatriotas, pero señaló que no podrán con un pueblo decidido a ser libre.
El triunfo de María Corina
En las primarias, Machado obtuvo el 93 % de los votos, pero no pudo competir al estar inhabilitada hasta 2036. Ante esta situación, la coalición opositora propuso a Corina Yoris como candidata, y finalmente González Urrutia fue elegido como candidato definitivo.
La oposición mayoritaria sostiene que González Urrutia, actualmente exiliado en España, es el ganador de los comicios con base en el 83,5 % de las actas electorales recopiladas por testigos y miembros de mesa, documentos reconocidos como válidos por varios países y desestimados por el oficialismo.