El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, arribó a la ciudad rusa de Kazán este martes para asistir a la XVI Cumbre del grupo BRICS, compuesto por economías emergentes como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Aunque Venezuela busca unirse al grupo, el Kremlin ha descartado la expansión del bloque.
Acompañado de su esposa, la diputada Cilia Flores, Maduro llegó a Kazán en un avión de la aerolínea estatal Conviasa. Previamente, su ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, y el canciller, Yván Gil, ya se encontraban en la ciudad rusa.
Ante los medios de comunicación, Maduro expresó un mensaje de fraternidad hacia el pueblo ruso y resaltó su participación histórica en estas cumbres. Para él, el grupo BRICS representa una nueva era de geopolítica y diplomacia de paz, siendo una esperanza para los países del sur global.
El mandatario venezolano espera que los BRICS proporcionen a los países miembros la oportunidad de acceder a una economía distinta, alejada de las sanciones y presiones impuestas por Estados Unidos. Asimismo, confía en que el grupo promueva el comercio libre y la inversión compartida.
Maduro tiene grandes expectativas para su participación en la cumbre, donde planea reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, entre otros líderes. Esta cita representa una oportunidad para fortalecer la cooperación económica y política entre Venezuela y los países integrantes del BRICS.