La candidata demócrata a las elecciones del 5 de noviembre, Kamala Harris, quien también se desempeña como vicepresidenta de Estados Unidos, ha descartado categóricamente el uso de la fuerza o cualquier intervención militar en Venezuela.
En una entrevista con el canal Telemundo, Harris afirmó que no tienen planes de emplear fuerzas militares contra el gobierno de Nicolás Maduro, a pesar de las prolongadas diferencias que existen entre la Casa Blanca y el chavismo desde hace más de dos décadas.
“Nosotros no vamos a usar nuestras fuerzas militares en Venezuela”, respondió Harris al canal de noticias hispano cuando se le cuestionó sobre esa posibilidad.
Asimismo, Harris subrayó la importancia de respetar los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde la oposición cuenta con el respaldo del 83,5% de las actas de votación y dan como ganador a Edmundo González Urrutia, a pesar de la proclamación oficial de Nicolás Maduro como presidente reelecto.
Harris defiende el respeto a la voluntad del 28J
“Estados Unidos debe mantenerse firme en el respeto a la voluntad de los venezolanos en las elecciones del 28 de julio”, aseguró Harris, quien fue seleccionada como la candidata demócrata para los próximos comicios en los que competirá contra el expresidente Donald Trump.
Harris reiteró que “la voluntad de la gente debe ser respetada y por eso hemos emitido sanciones”, refiriéndose a las sanciones individuales impuestas a 16 funcionarios de los poderes públicos en Venezuela en agosto pasado.
Estas sanciones incluyen a rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que respaldaron la victoria de Maduro en una controvertida sentencia el 22 de agosto, así como a militares que lideraron el Plan República durante los comicios, entre otros.
A diferencia de Trump, quien ha promovido ataques contra la migración venezolana y mantiene una retórica xenofóbica en su campaña, se espera que Harris continúe con la política de Biden, que se ha acercado al líder chavista e incluso ha enviado altos funcionarios de su gobierno a negociar la liberación o intercambio de presos.