El Manchester City vivió una noche para el olvido en la Liga de Campeones al dejar escapar una ventaja de 3-0 ante el Feyenoord, en un partido que parecía tener controlado pero que terminó en un sorprendente empate a tres goles.
El equipo de Pep Guardiola, que venía de una racha de cinco derrotas consecutivas, parecía encaminado a una victoria tranquilizadora con los goles de Erling Haaland y Ilkay Gündogan. Sin embargo, errores defensivos y falta de concentración permitieron la remontada del Feyenoord en los últimos quince minutos del encuentro.
El defensor Josko Gvardiol fue uno de los protagonistas negativos de la noche al cometer errores que costaron goles al City. El croata fue responsable directo de dos de los tantos encajados por su equipo, lo que generó preocupación en la afición y críticas hacia el técnico Guardiola.
El empate final a tres goles dejó al Manchester City con seis partidos consecutivos sin marcar y complicó su situación tanto en la Premier League como en la Liga de Campeones. Un resultado inesperado que refleja la fragilidad actual del equipo y las dudas que rodean su rendimiento en la presente temporada.
La afición del City, acostumbrada a ver a su equipo dominar con solvencia, se mostró sorprendida y decepcionada por el desenlace del encuentro, que pone en entredicho las aspiraciones del equipo en competiciones tan importantes como la Champions League.
Una noche para el olvido en el Etihad Stadium que deja al Manchester City en una situación complicada y con la necesidad de reaccionar rápidamente para revertir la dinámica negativa en la que se encuentra inmerso.