La residencia de la embajada de Argentina en Venezuela ha sido asediada por tercera vez, con seis venezolanos refugiados desde marzo, todos vinculados a María Corina Machado y Vente Venezuela.
Las fuerzas de seguridad venezolanas han rodeado el emplazamiento diplomático desde el sábado 23 de noviembre, con cortes de electricidad, suministro de agua y señal telefónica para evitar comunicaciones. Pedro Urruchurtu, uno de los refugiados, ha informado sobre la situación desde entonces.
Junto a Urruchurtu se encuentran Magalli Meda, Claudia Macero, Omar González, Humberto Villalobos y Fernando Martínez Mottola, todos bajo protección argentina desde marzo. Tras la expulsión del cuerpo diplomático argentino en Venezuela, Brasil asumió la vigilancia del lugar y los refugiados.
Dos asedios previos
La primera vez que las autoridades venezolanas asediaron la residencia de la embajada argentina fue después de las elecciones presidenciales. Tras calificar al gobierno de Nicolás Maduro como una “dictadura comunista”, el presidente argentino provocó la acción el 30 de julio.
Brasil tomó la custodia de la embajada el 1 de agosto, pero Maduro revocó esta medida días después, alegando actividades terroristas en el lugar. El segundo asedio ocurrió entre el 6 y 7 de septiembre, mientras presionaban a un candidato opositor.
Tercer asedio a la embajada de Argentina en Venezuela, más de 140 horas de incertidumbre
Después de un mes de calma, el asedio se reanudó el 23 de noviembre, con cortes de electricidad. Argentina, la OEA y opositores condenaron los hechos. El Comando Con Venezuela informó que el servicio eléctrico fue cortado por más de 24 horas el 26 de noviembre.
El 27 de noviembre, se impidió el ingreso de un camión cisterna con agua a la embajada. El asedio continuó, con más de 80 horas sin electricidad el 29 de noviembre.
¿Autoridades venezolanas pueden irrumpir en la residencia de la embajada de Argentina?
La Convención de Viena protege las embajadas y sedes diplomáticas. Aunque Venezuela es parte de este tratado, la incertidumbre sobre la entrada forzada de las autoridades persiste.
Según la Convención de Viena, las fuerzas de seguridad venezolanas no pueden intervenir en un edificio diplomático. Argentina pide presión internacional para proteger a los refugiados mientras el asedio continúa.
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