Este 28 de noviembre se cumplen cuatro meses de las elecciones presidenciales sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya publicado los resultados en la Gaceta ni mostrado las actas de escrutinio para que se pueda comprobar si Nicolás Maduro ganó los comicios, tal y como el presidente del ente, Elvis Amoroso, anunció.
Para analistas consultados por Efecto Cocuyo al ir en aumento la represión política por diversas vías, el poder en Miraflores ha logrado desarticulación de la oposición principalmente a lo interno.
Fuera de nuestras fronteras, si bien el exdiplomático Edmundo González ha hecho un importante esfuerzo ─que ha sumado apoyo internacional al desconocimiento de Maduro como presidente electo─ se admite que las posibilidades de que el gobernante se juramente el 10 de enero de 2025 son altas.
A menos, apuntan la consultora política Carmen Beatriz Fernández y el politólogo Santiago Rodríguez, que se estén moviendo hilos de una negociación que la opinión pública desconoce para lograr una transición democrática y pacífica.
“Hoy todos están peor”
“Hoy todos están peor. El gobierno está más débil en la esfera internacional, mucho más presionado, pero la oposición está mucho más reprimida. En la medida en que el gobierno ha debilitado su base popular y ha quedado en evidencia, se ha puesto mucho más agresivo y esa naturaleza agresiva se exacerba cuando se sienten tan arrinconados”, señaló Fernández.
De acuerdo con las actas de escrutinio obtenidas por los testigos de la oposición en las mesas electorales, divulgadas por el Comando con Venezuela, González Urrutia derrotó a Maduro en las urnas con una amplia ventaja de 67% sobre 30% de la votación. El gobierno sostiene que los documentos son forjados pero sin mostrar las actas que los testigos del partido de gobierno, Psuv, también tuvieron en sus manos para que se puedan cotejar.
Fernández enfatiza que, a diferencia de hace dos años, hoy se tiene la certeza de que el gobierno de Maduro perdió el apoyo popular; lo que lo hace menos estable en el sentido de que solo le resta reprimir para imponerse y sostenerse, lo cual, afirmó, no siempre da resultados.
De acuerdo con Foro Penal, 1.976 personas han sido arrestadas en el país desde el 29 de julio, cuando se produjeron protestas contra los resultados anunciados por el CNE, de los cuales 69 eran adolescentes, 246 mujeres y 163 militares. Recientemente la ONG confirmó la excarcelación de 131 personas, entre ellas 11 adolescentes que fueron puestos bajo régimen de presentación cada 15 días.
Una de las detenciones más recientes es la del alcalde de Maracaibo en ejercicio, Rafael Ramírez de Primero Justicia (2 de octubre), señalado por el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, de malversar fondos públicos para financiar supuestos planes de violencia.
Cuatro meses de incertidumbre
Para Rodríguez, profesor de la Universidad de Carabobo, el clima reinante en Venezuela, a cuatro meses de las presidenciales, es de mucha incertidumbre, puesto que la crisis política, lejos de quedar solucionada con las votaciones, se profundizó ante la postura gubernamental y del resto de las instituciones que la respaldan.
“No es sano para el sistema democrático porque no permite la gobernabilidad, la incertidumbre afecta lo económico y las decisiones que deben tomarse día a día. Esto amenaza con extenderse porque todo va dirigido a que Maduro se juramente el 10 de enero y, por lo que hemos visto de parte de algunos países, las democracias industrializadas como el G7, no lo van a reconocer. El gobierno deberá esforzarse para no ser afectado por rupturas de relaciones comerciales y las sanciones sobre el petróleo”, expresó.
¿Cuáles son los escenarios posibles?
En una entrevista con la agencia EFE, este 25 de noviembre, Edmundo Gonzalez dejó entrever que “tiene un plan” para regresar a Caracas el 10 de enero de 2025 y juramentarse ante la Asamblea Nacional como presidente, acompañado del pueblo que lo eligió con 7,3 millones de votos. Incluso admitió estar preparado para ser detenido por las autoridades a su llegada.
EFE también reseño este 27 de noviembre, que un alto funcionario del gobierno de EEUU, cuyo nombre fue omitido, aseguro que si Gonzalez Urrutia solicita asistencia a ese país para regresar a Venezuela, contaría con esa ayuda sin ahondar en detalles.
“De cara al 10 de enero creo que hay dos posibilidades básicas. La primera de ellas es que pueda darse todavía un proceso de negociación y efectivamente la asunción del presidente electo, que es Edmundo González, sin asomo de dudas. Todavía hasta el 10 de enero, el pecado de Maduro es haber ocultado los resultados. A partir del 11 de enero, el pecado será mucho más grave porque estás usurpando una elección cuya victoria le pertenece a otro y eso no es mejor”, advirtió Fernández.
Enfatizó que el escenario óptimo para Venezuela, para el oficialismo y para la oposición, es que haya todavía espacio para una negociación y haya una entrega de poder medianamente acordada y negociada con garantías para quienes están en el poder. Reitero que aún es posible, aunque Maduro se niegue reiteradamente y lo que desean ver países como Brasil y Colombia.
El otro escenario, alertó, es que Maduro se juramente sin haber ganado la elección, a un costo muy alto para poder sostenerse.
“Maduro nunca ha gobernado sin el soporte popular, sin el soporte de su partido, que no lo tiene ahora y sin el soporte de las Fuerzas Armadas, que tampoco lo tiene porque el 28 de julio, más de 300.000 militares, entre oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas, que estuvieron custodiando ese proceso, saben que paso allí. Eso funciona como un erosionador muy potente de la fuerza y legitimidad y la vocación de apoyar a Maduro y otro tanto pasa en el partido político”, sostuvo.
Eso puede llevar, explicó, a que en un futuro, si Maduro termina perdiendo el poder lo hará en un proceso quizás menos controlado que el que se le ofrece ahora.
¿Cuáles son las opciones para Edmundo Gonzalez?
A juicio de Rodríguez, el carácter no vinculante del apoyo internacional sobre la actual institucionalidad venezolana que está del lado de Maduro, es lo que hace lucir inviable una juramentación de Gonzalez Urrutia.
“Hay unos poderes dispuestos a apoyar la juramentación de Maduro por lo que desde el punto de vista formal no hay manera. De hecho si el señor Edmundo viene al país podría ser detenido. No se sabe cual es la estrategia, puede ser un tema de negociaciones que se estén dando y no sepamos, pero desde el punto de vista institucional, del sistema imperante, a quien van a juramentar es a Maduro”, advirtió.
Fernández reitera que aún cree posible que Gonzalez Urrutia pueda ser ayudado por presiones diplomáticas internacionales para una transición y entrega del poder por parte de Maduro.
“Maduro se ha negado repetidamente pero aún puede cambiar de opinión o ser forzado a ello. Este escenario es posible y allí Maduro acepta la derrota, de la misma manera que los autoritarios perdieron las elecciones en Nicaragua en 1990, en Chile con Pinochet en 1989, o más recientemente, lo ocurrido en Guatemala 2023, donde el establishment se oponía a entregar el poder y las presiones diplomáticas internacionales forzaron a la transición y a la entrega del poder al ganador de las elecciones”, añadió.