En noviembre, Venezuela experimentó una disminución en las protestas en comparación con el año anterior. Según el informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, se registraron un total de 249 manifestaciones, con un promedio de 8 por día, lo que representa una disminución del 43% respecto a noviembre de 2023.
A pesar de esta reducción, la ONG destaca que las protestas siguen siendo un reflejo de la creciente insatisfacción en sectores de la sociedad venezolana.
Las manifestaciones estuvieron mayormente relacionadas con derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, con un 61% del total de protestas. Los ciudadanos principalmente exigieron mejoras en servicios básicos como electricidad, agua potable y saneamiento.
Las interrupciones en el suministro eléctrico fueron un punto crítico, con 27 protestas debido a cortes de energía continuos que afectaron hogares, comercios y centros de salud. Asimismo, la falta de agua potable y la falta de mantenimiento en canales de aguas servidas también fueron motivos de protesta.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social documentó 98 protestas relacionadas con los derechos civiles y políticos, reflejando la continua exigencia de justicia, participación política y derechos humanos en Venezuela. Estas protestas involucraron a familiares de víctimas de detenciones arbitrarias, trabajadores y defensores de derechos humanos.
Las protestas laborales también fueron destacadas, con 64 manifestaciones vinculadas a derechos laborales. Los trabajadores exigieron mejores salarios y condiciones laborales dignas, especialmente en sectores como educación y salud.
Además, movimientos feministas liderados por mujeres, incluidas madres, esposas e hijas de presos políticos, demandaron la liberación de sus seres queridos y protestaron contra la violencia de género. El Movimiento de Derechos Humanos también se pronunció en contra de leyes que restringen el trabajo de organizaciones que defienden los derechos humanos en el país.
Durante noviembre, se registraron cinco protestas reprimidas por fuerzas de seguridad en varios estados de Venezuela. A pesar de las restricciones, los venezolanos encuentran formas creativas de protestar, como concentraciones más pequeñas, vigilias y el uso de redes sociales.
Las entidades con mayor número de protestas fueron Distrito Capital y Carabobo, reflejando la creciente inconformidad ciudadana. En contraste, Amazonas, Delta Amacuro y Yaracuy tuvieron menos protestas, evidenciando diferencias en la intensidad de movilizaciones a nivel nacional.