Fabio Ochoa Vásquez, uno de los fundadores del Cartel de Medellín y exsocio de Pablo Escobar, regresó a Colombia este lunes después de cumplir una condena de 26 años en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico. Su llegada fue confirmada por Migración Colombia, que informó que el exnarcotraficante arribó en un vuelo junto a otros deportados. Tras los controles migratorios correspondientes, se determinó que Ochoa no tiene procesos judiciales pendientes en Colombia, lo que le permitió quedar en libertad sin restricciones.
A sus 67 años de edad, Ochoa regresa a un país diferente al que dejó en 2001 cuando fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos. En 2003, fue condenado a 30 años de prisión por conspiración, distribución de cocaína y trata de personas, aunque su sentencia se redujo debido a su cooperación con las autoridades judiciales estadounidenses.
Ochoa desempeñó un papel central en el Cartel de Medellín, junto a sus hermanos Jorge Luis y Juan David, consolidando una de las estructuras más poderosas del crimen organizado en América Latina. Estuvo implicado en el asesinato de Barry Seal, un piloto que trabajó para el cartel y se convirtió en informante de la DEA.
La vuelta de Ochoa a Colombia se produce en un momento en que el país enfrenta nuevos desafíos en la lucha contra el narcotráfico. Su regreso ha generado reacciones encontradas, reviviendo la memoria de una época marcada por la violencia y la corrupción impulsadas por los cárteles. Ahora, libre de procesos judiciales, Ochoa tendrá la oportunidad de reunirse con su familia y reintegrarse en un país que ha experimentado profundos cambios desde su partida.
Esta noticia se suma a un contexto político y social complejo en Colombia, donde se están debatiendo temas clave como el transporte terrestre con Venezuela y la defensa de la soberanía nacional. El regreso de Ochoa Vásquez representa un capítulo más en la historia del narcotráfico en el país, recordando una era turbulenta que ha dejado huellas indelebles en la sociedad colombiana.