El ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Nicolás Maduro, Yván Gil, ha denunciado la vandalización de la sede diplomática venezolana en Noruega. Gil expresó su indignación ante estos actos de violencia, calificando a los responsables como «desquiciados fascistas» capaces de atacar los intereses del pueblo venezolano.
El ministro destacó que la inviolabilidad de las sedes diplomáticas es responsabilidad del Estado receptor, por lo que espera que las autoridades noruegas identifiquen y castiguen a los responsables de estos ataques de manera inmediata. Además, Gil informó sobre ataques similares a los consulados generales en Lisboa (Portugal), Frankfurt (Alemania), Medellín (Colombia), Vigo (España) y San José (Costa Rica), los cuales, según él, fueron coordinados por grupos políticos de la oposición.
Estas denuncias se produjeron después de que Nicolás Maduro jurara como presidente para un tercer mandato, luego de unas elecciones presidenciales controvertidas. La oposición ha acusado a Maduro de realizar un «golpe de Estado» al decir que el verdadero ganador de los comicios fue González Urrutia, basándose en actas electorales que han publicado en una página web. A pesar de la negativa de las autoridades sobre la veracidad de estas actas, no han presentado pruebas que respalden su afirmación.
La toma de posesión de Maduro ha sido rechazada por parte de la comunidad internacional, incluida la Unión Europea, que ha afirmado que carece de la legitimidad de un mandatario democráticamente elegido. La situación política en Venezuela sigue generando tensiones y críticas tanto a nivel nacional como internacional.