Catherine Fulop y su esposo, Ova Sabatini, han sido tema de conversación en un medio argentino recientemente. La pareja, que se casó en 1998, ha construido una sólida relación familiar a lo largo de los años, con dos hijas que han seguido los pasos de su madre en el mundo del modelaje.
Según el artículo de Aire Digital, se ha especulado sobre una supuesta dependencia económica de Sabatini hacia Fulop, quien ha cosechado éxitos en la televisión, el teatro y el mundo fitness en Argentina. Sin embargo, el medio destaca que Sabatini no es un «mantenido» como se ha sugerido, sino que ha incursionado en el competitivo mundo del comercio exterior, específicamente en la exportación de arándanos.
De acuerdo con el artículo, Sabatini se ha posicionado como el segundo mayor exportador de arándanos en Argentina, generando importantes ingresos. Además, ha sabido diversificar sus actividades empresariales, incursionando en la producción televisiva y colaborando con reconocidos directores en la industria.
En resumen, Ova Sabatini ha logrado construir un imperio empresarial sólido y exitoso, demostrando su talento y habilidades tanto en el mundo de los negocios como en la industria del entretenimiento. Su trayectoria demuestra que es mucho más que el esposo de Catherine Fulop, destacándose por méritos propios en el competitivo mercado argentino.