El Canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, ha confirmado su renuncia al cargo, el cual será ocupado a partir del 1 de febrero por Laura Sarabia, una cercana colaboradora del presidente Gustavo Petro. Murillo asumió el cargo en reemplazo de Álvaro Leyva, quien renunció tras enfrentar un procedimiento administrativo relacionado con el contrato de los pasaportes.
Durante su gestión, Murillo se destacó por su postura crítica hacia el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, especialmente después de las polémicas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Sus constantes enfrentamientos con su homólogo venezolano, Yván Gil, resaltaron su firme postura en defensa de la transparencia electoral.
En un comunicado en sus redes sociales, Murillo expresó su agradecimiento al presidente Petro y destacó el papel de Colombia como un actor clave a nivel internacional, promoviendo el diálogo y la cooperación. Aunque no reveló las razones específicas de su renuncia, se especula que podría tener aspiraciones presidenciales para el año 2026, lo que requeriría separarse del cargo con anticipación según la ley electoral colombiana.
Durante su trayectoria política, Murillo se desempeñó como gobernador del Chocó, ministro de Medio Ambiente en el gobierno de Juan Manuel Santos y embajador de Colombia en Estados Unidos. Su rol como canciller estuvo marcado por su defensa de la unidad y diversidad en Colombia, a través del diálogo constructivo y la búsqueda de consensos.
En declaraciones recientes sobre Venezuela, Murillo denunció las presiones ejercidas por Maduro para condicionar la entrega de salvoconductos a opositores refugiados en embajadas extranjeras. Su labor diplomática en este sentido demostró un compromiso con la protección de los derechos humanos y la defensa de la democracia en la región.