El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su tercer mandato, ha vuelto a culpar a las sanciones económicas impuestas al país por la migración masiva de venezolanos entre 2017 y 2019. Aunque no se puede ignorar que la crisis que llevó a la migración ya existía antes de las sanciones. Maduro asegura que las medidas económicas, solicitadas por la oposición liderada por Juan Guaidó, fueron las responsables de la diáspora venezolana.
Expertos señalan que si bien las sanciones afectaron a sectores clave de la economía venezolana, no fueron la única causa de la crisis. La contracción del PIB, la inflación desenfrenada y la escasez generalizada ya estaban presentes mucho antes de las sanciones. Durante años, el gobierno chavista ha intervenido en la economía controlando precios y el mercado cambiario, lo que ha contribuido a la situación actual.
Maduro también acusó a traficantes de personas, conocidos como coyotes, de llevarse a venezolanos al extranjero con falsas promesas, bajo la supuesta dirección de la oposición. El presidente estima que 2,5 millones de venezolanos han emigrado, mientras que otras fuentes como la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes sugieren una cifra mayor de 7,89 millones.
En un intento por revertir la situación, Maduro hizo un llamado a los venezolanos en el exterior a regresar a su país, prometiéndoles felicidad y prosperidad. Estas declaraciones se produjeron un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pusiera fin a programas destinados a desalentar la migración irregular, incluyendo el permiso humanitario para ciudadanos venezolanos.
La compleja situación migratoria en Venezuela continúa generando debate y controversia, mientras el país lucha por encontrar soluciones a una crisis que ha llevado a millones de personas a buscar una vida mejor fuera de sus fronteras.