Los Cardenales de Lara, actuales campeones de la LVBP, enfrentaron la partida de su receptor regular, Carlos Narváez, quien fue transferido a las Medias Rojas de Boston. Ante esta situación, surgieron dudas sobre su suplente, Alí Sánchez, cuyo desempeño en el bateo siempre ha sido cuestionado a pesar de su destacada defensa.
Sánchez, quien debutó en las Grandes Ligas en 2020 como receptor de emergencia durante la pandemia del Covid-19, ha tenido un recorrido irregular en el béisbol profesional. Tras jugar en las ligas menores con los Mets de Nueva York, San Luis y Miami, ahora se encuentra con un contrato para menores con los Azulejos de Toronto.
A pesar de saber que no será el titular, debido a la presencia del mexicano Alejandro Kirk en la receptoría principal, Sánchez tiene la oportunidad de destacar como suplente o ser llamado desde las ligas menores en caso de necesidad. Su desempeño en el bateo ha sido su principal obstáculo, con números modestos tanto en las menores como en las Grandes Ligas.
Sin embargo, su destacada actuación en la LVBP durante la última temporada ha llamado la atención de los Azulejos, ya que ha logrado un promedio de bateo sobresaliente. Con una rutina más sólida y un desempeño consistente en el campo de juego, Sánchez ha demostrado una notable mejoría en su juego que podría abrirle las puertas en los campos de entrenamiento de primavera.
El coach de bateo de los Cardenales de Lara, Selwyn Langaigne, ha destacado la evolución de Sánchez y su capacidad para mantener una actuación sólida en esta temporada. Con la esperanza de que continúe progresando, el futuro de Alí Sánchez en las Grandes Ligas parece prometedor.