La NASA ha confirmado recientemente una noticia trascendental en el ámbito de la exploración espacial: la Estación Espacial Internacional (EEI) tiene una fecha de retiro programada. Después de más de dos décadas de operaciones en el espacio, este icónico símbolo de cooperación científica a nivel global llegará a su fin. La expectación ha sido palpable, ya que no es común presenciar el regreso a la Tierra de una estructura de 450 toneladas y más de 20 metros de altura. Ahora, se han revelado todos los detalles sobre el lugar donde la EEI se estrellará.
Para garantizar la seguridad durante este proceso, la NASA llevará a cabo una serie de maniobras controladas para reducir la altitud de la estación antes de su reingreso a la atmósfera terrestre. Se ha confirmado que este acontecimiento histórico ocurrirá en el año 2031, pero la ubicación exacta de impacto ha sido de gran interés para científicos, entusiastas del espacio y el público en general. Con el objetivo de minimizar cualquier riesgo, la agencia espacial de Estados Unidos ha seleccionado el Punto Nemo, el lugar más remoto y alejado de la presencia humana en la Tierra.
El Punto Nemo se ubica en mitad del océano Pacífico, a más de 4.800 kilómetros de la costa de Nueva Zelanda y a 3.800 kilómetros al norte de la Antártida. Esta ubicación deshabitada y remota se considera ideal para que la EEI se desintegre sin causar daños significativos. La decisión de utilizar este lugar resalta el compromiso de la NASA con la seguridad en el proceso de reentrada de la estación en la atmósfera terrestre.
La desorbitación de la EEI responde a diversos factores, como el envejecimiento de su infraestructura y la salida prevista de Rusia del proyecto en 2028. Para garantizar un proceso de desorbitación seguro y controlado, la NASA ha contratado a SpaceX, con un acuerdo valorado en aproximadamente 843 millones de dólares, para el desarrollo de un vehículo que guiará a la EEI hacia su destino final.
Durante más de dos décadas, la EEI ha sido un símbolo de cooperación internacional, con la participación activa de agencias espaciales de Estados Unidos, Rusia, Europa, Japón y Canadá. Este laboratorio espacial ha facilitado importantes descubrimientos científicos en áreas como biología, física y astronomía, convirtiéndolo en un espacio único para la investigación y el avance del conocimiento humano. La desorbitación programada entre 2029 y 2031 marcará el fin de una era en la exploración espacial.
El proceso de desorbitación de la EEI se llevará a cabo en varias etapas: se espera que la estación deje de estar operativa en 2030, aunque las misiones y experimentos científicos continuarán hasta ese año. Luego, una vez que el vehículo de desorbitación de SpaceX se acople a la estación, comenzarán las maniobras para reducir su altitud. A medida que se acerque el momento crítico, se espera que la estación se desintegre parcialmente al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, creando una espectacular exhibición de fuego y luz.