El Salvador ha llegado a un acuerdo sin precedentes con Estados Unidos, considerado como el más extraordinario del mundo. En una reunión de tres horas en la residencia del lago de Coatepeque, a las afueras de San Salvador, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, informó que El Salvador aceptará recibir deportados de otras nacionalidades, incluyendo criminales peligrosos que actualmente cumplen condena en Estados Unidos, ya sean ciudadanos estadounidenses o residentes legales.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respaldó este acuerdo a través de un mensaje en inglés compartido en redes sociales. En su publicación, Bukele mencionó la posibilidad de externalizar partes del sistema penitenciario de EE. UU. al aceptar criminales presos, incluidos ciudadanos estadounidenses convictos, en la megaprisión CECOT a cambio de una tarifa. Esta prisión, inaugurada hace dos años, está diseñada para albergar a 40,000 detenidos, aunque actualmente alberga alrededor de 15,000.
A pesar de la promesa de El Salvador de aceptar a inmigrantes ilegales violentos, incluidos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua, aún no está claro si la administración Trump considerará enviar ciudadanos estadounidenses presos al país centroamericano. Sin embargo, Rubio expresó la gratitud de EE. UU. por la oferta y mencionó que ya ha informado al presidente estadounidense al respecto.
Además de cuestiones migratorias, El Salvador y Estados Unidos también acordaron impulsar el desarrollo de la energía nuclear en el país centroamericano. A través del Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Nuclear Civil Estratégica (NCMOU), ambas naciones se comprometieron a promover una cooperación nuclear civil pacífica y responsable, fortaleciendo capacidades regulatorias y científicas, así como fomentando proyectos conjuntos en investigación y desarrollo.
Esta estrecha relación entre El Salvador y Estados Unidos se ha consolidado con la visita de Marco Rubio al país. Rubio elogió el liderazgo de Bukele y participó en diversas actividades que reflejan el compromiso de ambos países en cuestiones migratorias y de desarrollo. La gira de Rubio por la región también incluirá visitas a Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, centrándose en temas como la migración, la influencia de China en la región y el tráfico de drogas hacia EE. UU. Esta visita se produce en un contexto tenso marcado por las políticas de Trump, como las deportaciones masivas y la interrupción de la ayuda exterior.