El gobierno de Estados Unidos cuenta con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), encargada de coordinar y proporcionar asistencia internacional en más de 100 países. Esta agencia, creada en 1961 por el presidente John F. Kennedy, es una de las más grandes del mundo en su tipo y se enfoca en promover el crecimiento económico, la democracia, los derechos humanos y la salud global.
En el año fiscal de 2023, la USAID manejó más de US$40.000 millones destinados a diversos países, incluyendo Ucrania, Etiopía, Jordania, la República Democrática del Congo y Somalia. Con más de 10.000 empleados, dos tercios de los cuales trabajan en el extranjero, la agencia lleva a cabo proyectos humanitarios y de desarrollo en áreas como la salud, la educación y la seguridad alimentaria.
Sin embargo, la USAID ha sido objeto de críticas en el pasado, siendo cuestionada por condicionar su ayuda a políticas favorables a los intereses de Estados Unidos. En la actualidad, la agencia se encuentra en el centro de una controversia, ya que tanto el presidente Donald Trump como el empresario Elon Musk han expresado su descontento con su funcionamiento.
Musk ha calificado a la USAID como una «organización criminal» y ha abogado por su cierre, argumentando que consume recursos que podrían destinarse a otros fines. Por su parte, Trump ha prometido reducir el gasto público y priorizar los intereses nacionales, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro de la agencia.
A pesar de las críticas, los defensores de la USAID destacan su impacto positivo en poblaciones vulnerables y su contribución a la imagen de Estados Unidos a nivel global. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el destino de la agencia, ya que Trump ha ordenado una revisión de sus actividades y ha generado dudas sobre su continuidad.
La posibilidad de cerrar la USAID es un tema controvertido, ya que su existencia está respaldada por leyes vigentes. Cualquier intento de disolver la agencia enfrentaría posibles desafíos legales y políticos, lo que deja en el aire la decisión final de Trump y Musk respecto a su futuro.