El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha centrado su atención en el conflicto entre Ucrania y Rusia. Tras imponer sanciones, elevó su retórica al calificar al presidente ucraniano Volodimir Zelenski como dictador.
En una declaración en Truth Social, Trump afirmó: «Un dictador sin elecciones. Zelenski más vale que se mueva rápido o se quedará sin país». Además, criticó la influencia de Zelenski en la decisión de Estados Unidos de involucrarse en un conflicto costoso y sin resolver.
El exmandatario mencionó que la responsabilidad de la guerra recae en Europa y no en Estados Unidos. Cuestionó por qué su predecesor, Joe Biden, no buscó una distribución equitativa de la carga financiera, ya que considera que Europa tiene mayores intereses en el conflicto que América.
En cuanto a las condiciones impuestas a Ucrania, se destaca la exigencia de reembolsar 500.000 millones de dólares, una cifra que supera las reparaciones impuestas a Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Además, se contempla el control económico del país europeo, incluyendo sus recursos naturales, bajo la jurisdicción de Nueva York.
Estados Unidos buscaría quedarse con el 50% de los ingresos generados por la explotación de recursos ucranianos, así como obtener beneficios de nuevas licencias otorgadas a terceros para la explotación de recursos. Estas condiciones marcan un nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países y plantean desafíos para la estabilidad geopolítica en la región.