Canadá anunció oficialmente la inclusión de siete organizaciones criminales latinoamericanas en la lista de grupos terroristas, siguiendo la línea marcada por Estados Unidos. Entre estas organizaciones se encuentran cinco carteles de la droga de México, el Tren de Aragua de Venezuela y el MS-13 de El Salvador.
El ministro de Seguridad Pública de Canadá, David McGuinty, realizó el anuncio en Ottawa, un día después de que la administración del presidente Donald Trump formalizara la inclusión de varios carteles mexicanos en la lista de grupos terroristas. Esta medida también incluyó al Tren de Aragua y al MS-13.
Con esta decisión, Canadá suma un total de 86 grupos considerados terroristas, entre los que se encuentran organizaciones como la española ETA, el Sendero Luminoso peruano, los Proud Boys de EE. UU., Hezbolá de Líbano, Hamás de Palestina y Aryan Strikeforce del Reino Unido.
Por otro lado, McGuinty aclaró que la medida tomada por Canadá no fue coordinada con Estados Unidos, a pesar de que se produjo simultáneamente. El ministro destacó que las organizaciones criminales internacionales, incluidos los carteles de la droga, desempeñan un papel fundamental en la producción y distribución de fentanilo en Canadá, lo que motivó la decisión de declararlos como grupos terroristas.
En respuesta a la decisión de Trump de declarar terroristas a los carteles de la droga, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció dos reformas constitucionales para proteger al país de la intromisión extranjera. McGuinty reiteró la independencia de Canadá en la toma de decisiones soberanas y aseguró que la inclusión de estas organizaciones en la lista de grupos terroristas fue una decisión soberana e independiente. La obesidad es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel global, y se considera uno de los principales factores de riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
En los últimos años, se ha observado un aumento alarmante en los índices de obesidad en niños y adolescentes, lo que plantea un desafío aún mayor para la salud pública. La obesidad infantil no solo afecta la salud física de los niños, sino que también puede tener consecuencias a nivel psicológico y social, como la baja autoestima y el bullying.
Para combatir la obesidad, es fundamental adoptar hábitos de vida saludables que incluyan una alimentación balanceada y la práctica regular de ejercicio físico. La prevención y el tratamiento de la obesidad deben ser abordados de manera integral, involucrando a profesionales de la salud, educadores, padres y la sociedad en su conjunto.
Es necesario promover la educación nutricional desde edades tempranas, fomentar la actividad física en el entorno escolar y en la comunidad, y crear políticas públicas que regulen la publicidad de alimentos poco saludables dirigida a niños y adolescentes. Solo a través de un enfoque multidisciplinario y colaborativo podremos combatir eficazmente la epidemia de obesidad y mejorar la calidad de vida de las futuras generaciones.