El Papa Francisco ha pasado una buena noche y continúa su tratamiento en el hospital Gemelli de Roma. A pesar de que se informó que sigue en estado crítico, fuentes vaticanas explicaron que se encuentra de buen humor y que algunos análisis de sangre mostraron una leve insuficiencia renal inicial que está bajo control.
Según la oficina de prensa del Vaticano, la noche transcurrió bien y el Papa durmió y descansó. Además, se informó que se despertó de buen humor y se alimenta con normalidad. Afortunadamente, no ha tenido más crisis respiratorias como la que experimentó el sábado.
Para mostrar la cercanía de la Iglesia al Papa y los enfermos, el Vaticano convocó un rosario de oración presidido por el cardenal Pietro Parolin en la plaza de San Pedro. Este evento no indica un empeoramiento en la situación de Francisco, sino que es un gesto de apoyo y solidaridad.
En el parte médico del domingo se informó que se le suministraron dos unidades de concentrado de glóbulos rojos al Papa, lo que resultó en un aumento en el valor de hemoglobina. Aunque se detectó una trombocitopenia el sábado, se mantuvo estable y se ha controlado una leve insuficiencia renal.
A pesar de que el estado de salud del Papa es crítico, se mantiene alerta y bien orientado. La complejidad del cuadro clínico y la necesidad de esperar a que las terapias farmacológicas den respuesta hacen que el pronóstico siga siendo reservado.