La Comisión Nacional de Primaria (CNP) ha establecido una mesa técnica con los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) para evaluar las condiciones en las que se podría brindar asistencia a la elección del candidato presidencial opositor.
Aunque el apoyo del órgano comicial resolvería los desafíos técnicos y logísticos que enfrenta la CNP, también implicaría cambios sustanciales en el cronograma que establece la primaria para el 22 de octubre.
El exrector del CNE, Enrique Márquez, afirmó que aceptar la asistencia supondría un cambio de fecha y reglas nuevas. Aunque no especificó el tiempo que requiere el Poder Electoral para organizar un evento de este tipo, la oposición hizo la primera solicitud con cuatro meses de anticipación, el pasado 5 de junio.
Otra referencia que se puede tomar es el plazo que requiere el CNE para organizar una elección nacional, como la presidencial. El exrector Vicente Díaz declaró que el organismo está en capacidad técnica para realizar una elección en un mes. Sin embargo, el sistema automatizado de votación es solo uno de los componentes del proceso electoral, que también incluye aspectos políticos como la observación electoral, por lo que se recomienda planificarlo en un lapso de seis meses.
Es de esperar que el Consejo Nacional Electoral establezca como condición para prestar asistencia que la primaria se realice sin los tres candidatos que actualmente están inhabilitados: Henrique Capriles, María Corina Machado y Freddy Superlano. El presidente del CNE, Elvis Amoroso, fue responsable de las inhabilitaciones de María Corina Machado y Freddy Superlano cuando se desempeñó como Contralor General de la República, lo que anticipa su posición al respecto.
Si el CNE tiene un papel en la organización de la primaria, esto implicaría que los 3.010 centros de votación establecidos por la CNP queden sin efecto. Sería el CNE el encargado de habilitar los centros (escuelas y liceos) en los que tradicionalmente votan los venezolanos para tal fin.
El número de venezolanos en el exterior disminuiría significativamente en el caso hipotético de que se acepte la asistencia. El CNE solo reconoce a 107 mil electores de los más de 7 millones de connacionales que se encuentran en otros países. Actualmente, están habilitados para votar más de 300 mil según el registro paralelo creado por la comisión de primaria.
La CNP lleva adelante un programa de formación electoral para el personal que trabajará en la primaria. No está claro si los acuerdos pudieran tener algún efecto en este personal voluntario que está siendo entrenado. La asistencia del CNE supone la participación de personal técnico que manejará las máquinas de votación, así como la custodia del Plan República para el resguardo de los bienes del Estado.
Cabe preguntarse también si las juntas regionales para la primaria tendrán algún cambio. En teoría, estas instancias y los reglamentos que fueron desarrollados para conducir el proceso no tendrían que sufrir grandes modificaciones ya que la CNP debe mantener en sus manos el control del proceso aunque reciba el apoyo técnico del CNE.
La participación del CNE garantizaría los centros de votación. Actualmente, un 30% de los espacios dispuestos para la primaria están establecidos en espacios privados y en casas de activistas, lo que incrementa el nivel de incertidumbre. Con la asistencia técnica también se tendría mayor acceso en las zonas rurales del país. Igualmente, la elección sería más rápida al ser un proceso automatizado y la totalización de los resultados sería más confiable e inmediata. Además, el costo de la primaria sería menor según los expertos.