El gobierno de Venezuela ha calificado como un acto de provocación hostil y una violación a la Declaración de Argyle la llegada del buque HMS Trent, de la Armada Británica, a las costas de Guyana, según afirmó la Cancillería de Venezuela en un comunicado emitido el jueves 28 de diciembre.
El ministerio de Exteriores venezolano considera que la presencia de la nave militar británica es extremadamente grave y ha rechazado las declaraciones de voceros políticos del Reino Unido. El gobierno de Maduro insiste en que estas declaraciones, sincronizadas con las acciones del Comando Sur de los Estados Unidos, representan una amenaza directa a la paz y a la estabilidad de la región.
“Venezuela insta a las autoridades de Guyana a tomar acciones inmediatas para el retiro del buque HMS Trent y abstenerse de seguir involucrando potencias militares en la controversia territorial”, reza el comunicado difundido a través de X (antes Twitter).
El gobierno caribeño también ha advertido a los miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) “que estas acciones son contrarias al espíritu de paz y entendimiento con los cuales acudimos a la convocatoria del 14 de diciembre en San Vicente y las Granadinas”.
Caracas les ha pedido a los países de la coalición que regresen de manera inmediata y continúen con la vía del diálogo directo entre las partes.
El gobierno de Maduro además ha declarado que se reserva todas las acciones, en el marco de la Constitución y del Derecho Internacional, para defender la integridad marítima y territorial del país.
Durante una declaración emitida el miércoles 27 de diciembre, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Goncalves, ha manifestado su optimismo tras las conversaciones entre Caracas y Georgetown.