Hacer un cambio político en Venezuela es posible, pero la organización es determinante, concluyeron Isabella Picón, activista ciudadana e investigadora; y Sergio Sánchez, miembro de la Dirección Nacional de Movimiento por la Democracia.
Los especialistas coincidieron en que la organización no solo de los partidos políticos sino de la ciudadanía, a la que se le deben dar herramientas para avanzar de cara a las elecciones, es un asunto medular dentro de la situación política actual.
“No le podemos decir a la gente que se organice sino decirle cómo debe organizarse, darle herramientas para superar los obstáculos, en la medida que tengamos esa herramienta la gente se va a sumar”, le dijo Picón a la directora de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes, en el programa Con la Luz del martes 6 de febrero.
Con ella coincidió Sánchez quien, además, expresó la necesidad urgente que tienen los partidos políticos de oposición de entender que la ciudadanía también hace política.
“Debes combinar el ejercicio electoral, con la movilización de calle con una manifestación pacífica para que sea masiva, que aumente el costo político de aplastar un movimiento pacífico, y que sea imposible de pagar para los sectores del gobierno”, detalló.
La desconexión se puede transformar en una oportunidad
Sánchez advierte que es necesario que la oposición entienda que lo que ahora moviliza al chavismo es el miedo. “En este momento necesitamos entendernos y respetarnos”, añade el especialista.
“Dentro de las fuerzas chavistas hay corrientes: hay una corriente moderada y hay una corriente que está dispuesto a todo para mantenerse en el poder”, explica Sánchez, y advierte que el liderazgo político del chavismo está desconectado de la realidad de la gente.
Picón coincide en la tesis de que el gobierno luce desconectado de la gente. “El nivel del desconocimiento de las necesidades de la gente que tiene este gobierno no tiene precedentes”.
Para ambos analistas, la desconexión del gobierno con las necesidades de las personas de a pie genera una oportunidad de construir un movimiento pacífico que apoye en una nueva democratización de la sociedad no se puede hacer sin la participación de la gente.
El miembro de la Dirección Nacional de Movimiento por la Democracia sostiene que es necesario que los dirigentes políticos hagan asambleas con todos los movimientos sociales, los activistas y los factores no políticos del país para construir una agenda común que logre una movilización de las personas para la coyuntura electoral.
“Las causas que llenan de sentido a la lucha por la democracia, todo eso debe darle cauce no sólo a través de la organización electoral. Debería hacerse la exigencia de que se respete el acuerdo de Barbados. La coyuntura electoral es para crear un saldo organizativo para la lucha por la democracia”, complementa Picón.
Para la activista Picón se deben crear brazos comunicantes entre la oposición, los movimientos políticos para trasladar el saldo organizativo a las elecciones y al momento post electoral.
Construir una causa común, el ingrediente X
Tanto para Picón como para Sánchez, la construcción de una causa común es la vía no solo para movilizar a la gente hacia el momentum electoral sino para después defender el voto.
“La lucha por la habilitación no se puede saltar porque es un proceso de acumulación de fuerzas, porque ella es una líder de un sector importante de todo el país”, adelanta Picón pero detalla que la red 600K es una iniciativa que debe permear en todos los sectores no solo en lo político.
Picón enfatiza la necesidad de que los jóvenes se inscriban en el Registro Electoral y que participen, pero también de que se le explique a toda la sociedad por qué es necesario participar en la elección presidencial a pesar de los obstáculos.
Según Sánchez, la construcción de un movimiento amplio, organizado y que elimine las divisiones puede representar una oportunidad.
“Si yo lucho por una candidatura debo construir un plan común, con los movimientos sociales, campesinos y no solo políticos. La lucha cívica es un aspecto de la lucha política y eso no aparece en la mente de los políticos venezolanos”, sostiene.
Sánchez concluye afirmando que la capacidad de movilización de la gente no es algo que se genera de manera espontánea, sino que debe hacerse con vocerías y de forma organizada.
“Eso requiere una organización que no se ha constituido, también requiere una narrativa común que se construye recorriendo el país y se sumerge en esa lucha para construir un proceso común”, señala.
Picón complementó que por ello es importante lo que llamó el trabajo de hormiguita dentro de la movilización ciudadana y con acciones que no necesariamente deben iniciar factores partidistas, sino la propia ciudadanía.