El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha fijado la fecha de las elecciones presidenciales 2024 para el 28 de julio, otorgando un plazo de cuatro meses para la organización del evento. Tras el anuncio realizado el 5 de marzo por el presidente del ente rector, Elvis Amoroso, el cronograma completo con todas sus tareas se publicó dos días después.
Según Ignacio Avalos, directivo de la ONG Observatorio Electoral Venezolano (OEV), y Wanda Cedeño, coordinadora nacional de Voto Joven, la premura en el cronograma electoral afecta significativamente la actualización del Registro Electoral y la inclusión de millones de venezolanos que se encuentran fuera del padrón. Además, dificulta la llegada de una observación internacional calificada y la posibilidad de acuerdos a través de negociaciones.
Avalos señaló que, basándose en la experiencia, un proceso electoral democrático que garantice todas las condiciones necesarias debe organizarse en al menos seis meses, dada la complejidad logística asociada.
Entre las fechas clave reveladas por Amoroso se encuentran la actualización del padrón electoral del 18 de marzo al 16 de abril, la postulación de candidaturas del 21 al 25 de marzo, y el periodo de campaña electoral del 4 al 25 de julio.
Lapso reducido para el Registro Electoral
Según Voto Joven, aproximadamente 3.5 millones de jóvenes mayores de 18 años no están inscritos en el Registro Electoral del CNE. Además, se estima que unos 4 millones de venezolanos residentes en el extranjero están excluidos debido a la falta de actualización de la data, agravada por la migración.
Expertos coinciden en que se necesitaban jornadas extraordinarias de inscripción y actualización de datos antes de convocar las elecciones presidenciales para reducir esta brecha.
La ONG exige al CNE que durante estas jornadas de actualización del Registro Electoral se prioricen los puntos fijos sobre los itinerantes, se establezcan en lugares de difícil acceso, y se tengan en cuenta la densidad poblacional para garantizar una mayor cobertura.
Poco margen para los candidatos
Otro aspecto criticado en el cronograma electoral es el corto plazo de cinco días (21 al 25 de marzo) para la postulación de candidatos. La sustitución de candidaturas y los cambios de nombre que no aparezcan en la boleta también cuentan con un margen ajustado, lo que podría complicar la participación de algunos sectores políticos.
En cuanto a las auditorías, se realizarán diversas revisiones, incluida la del software para las máquinas de votación, la del Registro Electoral, y otras, en fechas específicas establecidas por el CNE.
Cronograma cuestionado
La observación internacional también se ve comprometida, ya que misiones como las de Naciones Unidas y la Unión Europea requieren al menos seis meses de anticipación para poder atender una invitación de un país. A pesar de esto, el CNE ha enviado invitaciones para la observación electoral internacional, aunque podrían ser declinadas debido al tiempo limitado.
Expertos consideran que este diseño de elección no cumple con los estándares necesarios para garantizar la efectividad y equidad del proceso, y sugieren que favorece a la candidatura del gobierno en detrimento de la oposición.
A pesar de las críticas, Cedeño confía en que las negociaciones en curso entre el gobierno y la Plataforma Unitaria Democrática, con la intervención de Estados Unidos, puedan mejorar las condiciones electorales. Aún quedan posibilidades de fortalecer el proceso electoral y lograr mayores garantías para todos los actores involucrados.