La Asamblea Nacional, con mayoría del chavismo, rechazó enérgicamente la decisión tomada por la Eurocámara el pasado 19 de septiembre, la cual reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.
En una sesión ordinaria, la AN calificó la postura del Parlamento Europeo como una “práctica irritante e ilegítima de reconocer gobiernos ficticios e ilusorios”, instando a respetar la voluntad del pueblo venezolano que eligió a Maduro, un resultado que ha sido objeto de controversia tanto dentro como fuera del país.
Además, la Asamblea exhortó a los “europarlamentarios fascistas” a abandonar su estrategia neocolonialista de “cambio de régimen” en Venezuela, instándolos a enfocarse en las graves violaciones de derechos humanos que ocurren en sus propias fronteras.
La diputada Blanca Eekhout, autora del acuerdo, señaló que “el fascismo intenta desconocer la voluntad soberana del pueblo venezolano” en referencia a los resultados electorales oficiales.
Por su parte, Pedro Infante, primer vicepresidente del parlamento chavista, denunció un plan para utilizar “parlamentos dominados por la ultraderecha internacional” como herramienta para atacar a Venezuela.
Infante afirmó que la Unión Europea carece de autoridad moral para exigir algo a Venezuela, ya que alberga seis monarquías en su seno, por lo que no pueden dar lecciones de democracia.