El presidente Nicolás Maduro sostuvo una conversación telefónica este viernes con el secretario general de la ONU, António Guterres, en la que se abordaron temas de preocupación mutua. Guterres expresó su inquietud por la violencia postelectoral y las acusaciones de violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
La iniciativa de la llamada fue del presidente venezolano, según informó Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, durante su rueda de prensa diaria.
En la conversación, Guterres subrayó la importancia de resolver cualquier disputa política de manera pacífica a través de un diálogo genuino e inclusivo. Aunque no se reveló el contenido del mensaje de Maduro, se destacó que el secretario general de la ONU tomó nota de sus comentarios.
Por otro lado, Guterres ha manifestado previamente su exigencia a Venezuela de comunicar los resultados detallados de las actas electorales de los comicios del 28 de julio, así como su preocupación por la falta de transparencia por parte de las autoridades venezolanas.
Guterres no respalda las sanciones de EEUU contra Maduro
A pesar de sus declaraciones anteriores, Guterres ha señalado que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos no contribuyen a solucionar la situación en Venezuela.
En respuesta, el canciller Yván Gil criticó a Guterres la semana pasada, acusándolo de no condenar las medidas coercitivas unilaterales y de posicionarse del lado de los agresores de Venezuela.
En cuanto al conflicto electoral en Venezuela, Dujarric aclaró que el reconocimiento del país ante la ONU es competencia de los Estados miembros y no del secretario general.
Antecedentes previos a la conversación entre Maduro y Guterres
La llamada entre el presidente venezolano y el Secretario de Naciones Unidas se produce poco después de que la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU para Venezuela alertara sobre el alto riesgo de desintegración del Estado de derecho en el país.
La Misión también denunció el empeoramiento de la situación de los derechos humanos y la reactivación de la maquinaria represiva del gobierno tras las elecciones del 28 de julio.
Según el último informe presentado por la Misión, los recientes abusos a los derechos humanos documentados, como detenciones arbitrarias, torturas y violencia sexual, son una continuación de violaciones pasadas consideradas crímenes de lesa humanidad.
Estas violaciones, según la presidenta de la Misión, Marta Valiñas, son resultado de un plan premeditado para silenciar a la oposición política y a las voces críticas al Gobierno de Maduro.
Con información de efectococuyo.com