Las embajadas, consulados y sedes diplomáticas se rigen por la Convención de Viena, un tratado internacional firmado en 1961 en Austria. Este documento regula las relaciones diplomáticas entre los países, así como la inmunidad del personal diplomático.
Venezuela, como parte de esta convención, ha sido uno de los impulsores en la región. Sin embargo, la crisis humanitaria que atraviesa el país, junto con las tensas relaciones internacionales, han afectado de manera inusual a las sedes diplomáticas en Venezuela.
Estas embajadas y sedes diplomáticas son de gran importancia y han servido como refugio para dirigentes opositores perseguidos en Venezuela. Aunque es un mito pensar que una embajada es parte del territorio de otro país, ya que simplemente gozan de privilegios e inmunidades que las hacen inviolables por las autoridades locales, según el internacionalista Iván Rojas Álvarez.
Debido a la crisis política en Venezuela, varias embajadas y sedes diplomáticas han cerrado, operan con personal mínimo o se encuentran vacías, como es el caso de la Embajada de Estados Unidos. Esto ha reducido el número de representaciones diplomáticas en el país, según Rojas Álvarez.
¿Por qué existen las embajadas? ¿Cómo opera una embajada en Venezuela?
Las misiones diplomáticas tienen como objetivo representar al país emisor ante el país receptor, informar sobre lo que ocurre en el país anfitrión, negociar acuerdos y tratados, entre otras funciones. En Venezuela, el nivel de operatividad de las embajadas depende de la importancia y las relaciones entre los países involucrados.
Recientemente, la salida del personal diplomático argentino generó que la residencia de la embajada argentina quedara protegida por Brasil, incluyendo a seis personas perseguidas por el gobierno venezolano. Las embajadas también protegen los intereses del país emisor en el país receptor y pueden tener un rol político en negociaciones, según el internacionalista.
En cuanto a la violación del espacio físico de una embajada en Venezuela, la Convención de Viena establece que el país anfitrión no puede registrar los locales, confiscar documentos o bienes, ni interferir en la misión diplomática. A pesar de esta protección, casos como el ocurrido en Ecuador en 2019, donde se irrumpió en la embajada mexicana para sacar a un asilado político, son ejemplos de violaciones a la Convención.
Venezuela se diferencia de otros países por el cierre y reducción de embajadas debido a la crisis política, lo que ha generado un impacto en las relaciones diplomáticas en el país, según Rojas Álvarez.