El captagón es una droga sintética que ha cobrado gran relevancia en Siria, donde se ha convertido en un factor clave en el mantenimiento del poder del presidente Bashar al-Assad.
Esta droga, conocida por sus efectos estimulantes y eufóricos, ha sido utilizada por combatientes del régimen para aumentar su resistencia física y su capacidad de combate en medio de la guerra civil que azota al país desde 2011.
El captagón, cuyo principio activo es la fenetilina, ha sido descrito por algunos como la “droga de los yihadistas”, debido a su popularidad entre los grupos extremistas en la región.
Además de sus efectos estimulantes, el captagón también ha sido vinculado con la pérdida de inhibiciones y la disminución del miedo, lo que lo convierte en una herramienta útil para aquellos que buscan aumentar su capacidad de violencia en el campo de batalla.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para combatir su producción y distribución, el captagón sigue siendo una presencia significativa en el conflicto sirio, alimentando el ciclo de violencia y contribuyendo a la prolongación de la crisis en la región.