Un tribunal penal de Ecuador ha ordenado prisión preventiva para 16 militares acusados de la presunta desaparición forzosa de cuatro adolescentes, un caso que ha conmocionado al país y ha generado preocupación entre organismos internacionales. La Fiscalía ecuatoriana informó que los soldados, pertenecientes a la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), están siendo investigados por el delito de desaparición forzosa, que conlleva una pena de hasta 26 años de cárcel según el código penal del país.
La audiencia en el puerto de Guayaquil, donde se formularon los cargos contra los militares, reveló que los adolescentes de entre 11 y 15 años fueron detenidos el 8 de diciembre por presunto robo y posteriormente desaparecieron. A pesar de la versión de los militares de que los menores fueron liberados en buen estado, cuatro cuerpos calcinados fueron encontrados en una zona de manglares cerca de la base de la FAE en Taura, en las afueras de Guayaquil.
Familiares, vecinos y activistas se han manifestado exigiendo justicia por los menores desaparecidos, sosteniendo pancartas con la consigna «vivos los queremos ya». La situación ha generado críticas hacia el presidente Daniel Noboa, con manifestantes acusándolo de asesino y quemando un monigote con su imagen.
El comandante de la FAE, Celiano Cevallos, ha afirmado ante una comisión parlamentaria que el personal militar actuó en respuesta a un presunto delito flagrante, negando la realización de una operación militar en el sector donde ocurrieron los hechos. Organismos internacionales como la ONU y la OEA, además de oenegés de derechos humanos, han expresado su preocupación por el caso.
En un contexto de lucha contra el crimen organizado que llevó al gobierno a declarar al país en conflicto armado interno, se han registrado graves violaciones a los derechos humanos, según 40 organizaciones sociales que responsabilizan a Noboa. La sociedad ecuatoriana espera respuestas sobre la identidad de los cuerpos encontrados y el esclarecimiento de lo sucedido con los adolescentes desaparecidos.