La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se encuentra en alerta ante la amenaza de aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que podrían representar un costo de hasta el 2 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Ante esta situación, Sheinbaum ha declarado estar preparada con planes de acción alternativos para hacer frente a la posible imposición de aranceles.
Trump anunció la aplicación de aranceles del 25 % a México y Canadá a partir del 1 de febrero, argumentando motivos comerciales, de narcotráfico y migratorios. A pesar de que Sheinbaum había advertido previamente sobre las consecuencias de este tipo de medidas, ahora pide esperar a que se concreten los detalles antes de tomar decisiones.
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, ha destacado que, hasta el momento, las declaraciones de Trump son solo palabras y no acciones concretas. Sin embargo, se estima que el aumento de precios en productos como automóviles, computadoras y electrodomésticos provenientes de México podría representar un costo de 20,475 millones de dólares para cerca de 89 millones de familias estadounidenses.
El sector privado en México se encuentra dividido entre la preocupación y el escepticismo ante las amenazas de Trump. Sofía Ramírez, directora de la organización económica México, ¿Cómo Vamos?, considera que las amenazas no son creíbles, pero el Peterson Institute for International Economics (PIIE) ha alertado sobre un posible impacto negativo en el crecimiento económico de hasta el 2 % del PIB.
A pesar de las advertencias, algunos expertos como el economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano, creen que la probabilidad de que se apliquen aranceles significativos y duraderos es baja. Sin embargo, el Banco de América (BofA) y Moody’s Analytics han ajustado sus pronósticos de crecimiento para México en 2025, previendo una desaceleración económica debido a la incertidumbre generada por la nueva política comercial de Estados Unidos.
En este contexto, México se prepara para enfrentar posibles repercusiones económicas y busca mantener un diálogo abierto con Estados Unidos para resolver las diferencias comerciales de manera diplomática. La incertidumbre generada por las amenazas arancelarias de Trump ha puesto a prueba la estabilidad económica del país, que busca mantenerse resiliente ante los desafíos que se presenten en el ámbito internacional.