Interactuando con la población local en Corea del Norte a través de sus guías
En medio de la intensa maquinaria de propaganda del régimen norcoreano y el bloqueo informativo al que está sometido el país, los turistas que visitan Corea del Norte encuentran una de las pocas oportunidades de interactuar con la población local a través de sus guías, quienes en ocasiones hablan inglés. En los últimos viajes, se ha notado que estos guías están sorprendentemente bien informados sobre temas de actualidad internacional, lo que ha generado cierta curiosidad y debate entre los visitantes.
Greg, un turista que recientemente visitó el país, comentó que los guías parecían estar al tanto de eventos como los aranceles impuestos por Trump y la participación de tropas norcoreanas en conflictos internacionales, como la guerra en Ucrania. Sin embargo, hubo situaciones en las que la falta de información se hizo evidente, como cuando uno de los turistas mostró una foto de Siria y su guía no sabía que el presidente Al-Assad había sido derrocado.
Estas conversaciones con los guías deben manejarse con delicadeza, ya que en Corea del Norte existen estrictas leyes que limitan la libertad de expresión de los ciudadanos. Revelar demasiada información o hacer preguntas incómodas podría poner en peligro tanto a los turistas como a los guías. Mike, otro viajero, compartió una anécdota en la que se sintió nervioso al escribir un mensaje de paz en un libro de visitas en una Casa de la Amistad entre Corea del Norte y Rusia, siendo advertido por su guía sobre la sensibilidad de ciertos temas.
A pesar de las restricciones y la tensión que rodea estas interacciones, muchos turistas han destacado la labor de los guías por hacerlos sentir seguros durante su estancia en Corea del Norte. Greg, de Koryo Tours, resaltó la importancia de estas interacciones para los norcoreanos, ya que les permiten relacionarse con extranjeros y abrir sus mentes a nuevas ideas en un país tan cerrado.
Sin embargo, el turismo en Corea del Norte no está exento de polémica. Voces críticas, como la de Joanna Hosaniak de la Alianza de Ciudadanos por los Derechos Humanos de Corea del Norte, argumentan que estos viajes benefician principalmente al régimen, ya que la mayoría de los ingresos generados van directamente al Estado y, en última instancia, a su ejército. Se cuestiona si los habitantes locales realmente se benefician de la presencia de turistas extranjeros en el país.
A pesar de las críticas, para muchos turistas estas experiencias en Corea del Norte han sido reveladoras. Mike recordó una conversación particularmente impactante con una niña en una escuela, quien expresó su deseo de visitar el Reino Unido algún día. Esta declaración hizo reflexionar a Mike sobre las limitaciones y las diferencias culturales que separan a ambos países, mostrando la complejidad de las interacciones entre turistas y población local en un lugar tan único como Corea del Norte.
En conclusión, las interacciones con los guías en Corea del Norte ofrecen a los turistas una ventana única para comprender la realidad y las limitaciones de la vida en este hermético país. A pesar de las restricciones y controversias que rodean al turismo en Corea del Norte, estas experiencias permiten un intercambio cultural valioso que despierta la curiosidad y la comprensión mutua entre visitantes y locales.