Controversia por el Esequibo. El Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri) ha solicitado al gobierno de Estados Unidos que mantenga la neutralidad y prudencia en relación con la disputa territorial entre Guyana y Venezuela. Esto se produce después de que el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, expresara su apoyo a que Guyana otorgue concesiones en el territorio en disputa.
El Covri insta al gobierno estadounidense a evitar promover proyectos y concesiones para la explotación de recursos naturales en el territorio en reclamación y en las áreas marinas y submarinas por delimitar. Asimismo, les pide que favorezcan la búsqueda de soluciones prácticas para resolver la controversia del Esequibo entre las partes, a través de medios pacíficos de resolución de disputas según lo establecido en el Acuerdo de Ginebra de 1966.
En su comunicado, el Covri recuerda al gobierno de Estados Unidos la sensibilidad de la Nación Venezolana hacia la integridad territorial del país. Por lo tanto, solicitan prudencia y consideración hacia la herida infligida por el antiguo Imperio Británico a Venezuela.
Además, el Covri rechaza las declaraciones del secretario de la OEA, Luis Almagro, y exige tacto y respeto por parte de éste. También condena la “solidaridad automática” de la Comunidad del Caribe (Caricom) y les invita a asumir una posición equilibrada y sensata que favorezca la búsqueda de soluciones prácticas y mutuamente satisfactorias a las controversias pendientes entre Venezuela y Guyana.
Referendo sobre el Esequibo “carece de sentido”
Según los internacionalistas, el referéndum consultivo convocado por la Asamblea Nacional “carece de sentido o es extemporáneo”. Argumentan que, aunque no está claro cuál sería la redacción de la consulta, si se trata de preguntar por la defensa de la soberanía nacional e integridad territorial de Venezuela, el referéndum carecería de sentido porque es un derecho irrenunciable consagrado en la Constitución Nacional.
Por último, el Covri reitera su exhortación al gobierno de Guyana para que abandone la judicialización de la controversia territorial en la Corte Internacional de Justicia y retome el mecanismo de los Buenos Oficios. También les insta a abandonar su política de hechos consumados y provocaciones, y a abordar la disputa marítima pendiente solo cuando la controversia territorial se resuelva de manera mutuamente satisfactoria en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, o de manera equitativa en conjunto.
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