El triunfo de María Corina Machado en las elecciones primarias del pasado 22 de octubre podría marcar un punto de inflexión en el liderazgo que busca un sector de la población venezolana y el liderazgo tradicionalmente ofrecido por los partidos dominantes como Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT). Estos últimos no lograron aglutinar suficiente apoyo para hacerle frente a Machado, quien centró su narrativa en la independencia.
Voluntad Popular actuó rápidamente y declinó a favor de Machado. Ahora, una vez superado ese episodio, queda la pregunta de qué pueden ofrecer estos partidos conocidos como el G4 y cómo se reconfigura la oposición venezolana de cara a las futuras elecciones, no solo las presidenciales, sino también las regionales y parlamentarias.
Para Daniel Varnagy, doctor en Ciencias Políticas y profesor titular jubilado de la Universidad Simón Bolívar (USB), el triunfo de Machado “deja sin efecto cualquier aspiración de liderazgo real” que provenga del G4. Según él, los resultados del 22 de octubre dejan un quiebre poco común en la política venezolana, ya que normalmente los resultados se distribuyen en distintas proporciones. Sin embargo, la victoria de Machado por un amplio margen hace que el liderazgo opositor deba centrarse en ella de cara a 2024.
El doctor en Ciencias Políticas también señala que no hay duda alguna sobre el liderazgo opositor, “al menos hasta después de las elecciones presidenciales de 2024”. En línea con este análisis se encuentra el politólogo venezolano Luis Peche, quien considera que la reconfiguración de la unidad estará liderada por Machado, al menos en esta etapa.
En cuanto a la respuesta de los demás partidos, Peche destaca que Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo expresaron su reconocimiento a los resultados de las elecciones primarias y a María Corina Machado como ganadora. Por otro lado, la politóloga y experta en comunicación política Carmen Beatriz Fernández opina que en este momento Machado y los partidos tradicionales se necesitan mutuamente.
Fernández afirma que “María Corina ha subestimado a los partidos, y el G4 la ha maltratado. Esa es la realidad, pero a partir de ahora ambos se necesitan para que esto llegue a buen puerto”. Además, destaca que la construcción de la unidad es una tarea compleja que requiere la voluntad de muchas personas.
En resumen, el triunfo de María Corina Machado en las elecciones primarias ha generado un quiebre en el liderazgo opositor venezolano. Los partidos tradicionales reconocen su victoria y se necesitan mutuamente para lograr sus objetivos. El liderazgo opositor se centrará en Machado, al menos hasta las elecciones presidenciales de 2024.