Kimberly Cheatle, la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, presentó su renuncia este martes luego de las críticas recibidas por los errores en la seguridad durante el mitin en Butler, Pensilvania, donde el expresidente Donald Trump sufrió un intento de asesinato.
Según fuentes citadas por la cadena NBC, la renuncia de Cheatle se produjo luego de múltiples llamados de legisladores para que se apartara del cargo.
En una comparecencia ante un comité de la Cámara de Representantes el pasado 22 de julio, Cheatle reconoció que el intento de asesinato a Trump fue el “mayor fallo operativo” de la agencia en décadas.
La directora del Servicio Secreto asumió la responsabilidad total del lapsus en seguridad de su agencia y afirmó que está cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
La oposición republicana había exigido la renuncia de Cheatle, quien estaba a cargo de la seguridad de Trump durante el incidente en Butler, Pensilvania, donde el expresidente resultó herido de bala en una oreja.
El tirador, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen, fue abatido por agentes del Servicio Secreto tras disparar contra Trump desde un tejado a 140 metros de distancia.
Durante la audiencia, los republicanos expresaron su descontento por la falta de respuestas de Cheatle a sus preguntas, argumentando que hay varias investigaciones en curso para esclarecer lo sucedido en el operativo de seguridad.
El Departamento de Seguridad Nacional anunció el inicio de una investigación independiente, ordenada por el presidente Joe Biden, que contará con la participación de figuras como Janet Napolitano y Frances Townsend, exfuncionarios de seguridad nacional de administraciones anteriores.
Por su parte, Donald Trump criticó al Gobierno de Biden y Harris por no haberlo protegido adecuadamente, tras la renuncia de Cheatle. El expresidente afirmó que tuvo que recibir una bala por la democracia y calificó el incidente como un “gran honor”.
Con información de efectococuyo.com