Ante la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, surgen diversas hipótesis sobre su política exterior hacia Venezuela, especialmente después de los comicios del 28 de julio en los que Nicolás Maduro fue declarado ganador por el Poder Electoral sin mostrar las actas de votación.
Las expectativas se dividen entre quienes creen que Trump adoptará una postura más radical frente a Maduro, al no reconocer su derrota frente a la oposición y juramentarse el 10 de enero, y aquellos que consideran que Venezuela no será una prioridad en comparación con conflictos en otras partes del mundo, como las guerras en la franja de Gaza y Rusia contra Ucrania.
Analistas consultados por Efecto Cocuyo no tienen certezas sobre la postura que adoptará Trump una vez asuma la presidencia el 20 de enero de 2025, ya que se considera propenso a “dar sorpresas”. Todo dependerá de sus asesores y del subsecretario de Estado designado para manejar las relaciones con América Latina. Aunque se considera improbable un reconocimiento a Maduro como presidente.
Posición incierta
El presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras, destaca que durante la campaña electoral, Trump hizo hincapié en el tema migratorio y poco abordó la política, lo que vuelve incierta su postura respecto a Maduro. Contreras señala que la política hacia Venezuela es bipartidista y que una parte significativa de los venezolanos en Estados Unidos votó por Trump, lo que podría influir en su postura hacia el gobierno venezolano.
En su primer mandato, Trump reconoció al gobierno interino de Juan Guaido, lo cual representó un golpe para Miraflores. Además, la detención y deportación de Alex Saab, así como la condena a los sobrinos de Cilia Flores por narcotráfico, son acciones que marcaron su política hacia Venezuela.
Nueva administración
Expertos consideran que la nueva administración bajo Trump podría tener visiones distintas a las del gobierno anterior, y se espera un enfoque pragmático en las relaciones con Venezuela, priorizando los intereses internos de cada país. Se prevé una negociación bilateral directa en diversos temas binacionales.
La posibilidad de una intervención militar en Venezuela, mencionada por Trump en su primer mandato, fue criticada y considerada poco viable. En cuanto a quién reconocerá como presidente de Venezuela, se espera que Trump espere a ver cómo evoluciona la relación con Miraflores antes de tomar una decisión oficial.
Énfasis en la migración
Durante la campaña, Trump se refirió a Venezuela en el contexto de venezolanos delinquiendo en Estados Unidos. Su postura hacia Venezuela en su segundo mandato no se vislumbra positiva, ya que otros conflictos internacionales podrían tener prioridad. En cuanto a la migración, se espera un proceso de deportaciones masivas que podría generar tensión y impacto en la economía interna de Estados Unidos.
En resumen, la postura de Trump hacia Venezuela sigue siendo incierta, y se espera que la relación entre ambos países se defina una vez asuma su segundo mandato en enero.